Caracas, 11 de abril de 2016.- No es nuestra intención hacer de nuestras reflexiones semanales una discusión ideológica o doctrinal de la política en Nueva Esparta, pero sí hablar un poco sobre cómo en algunas ocasiones la política y los políticos en nuestro estado, no son parte de la solución. En ocasiones se vuelven parte del problema. Hablo de los políticos de siempre, no de quienes estamos impulsando una nueva forma de hacer política, más de la gente y menos de los políticos tradicionales.
Es así cómo, en retrospectiva, podemos decir que algunos cambios llegan tarde a nuestras islas. Por ejemplo, ya en el país, el bipartidismo estaba consolidado y en Nueva Esparta, la pugna era entre AD y URD. Este último no protagonizaba el bipartidismo nacional ya que la escena era compartida nacionalmente con COPEI, inclusive, sin ánimo de polemizar, podemos citar que hasta hace muy poco tuvimos el mismo gobernador de los años 80. Pero no sólo es el tema de personajes y partidos, también es que, desde los modelos, existen intenciones de seguir en los mismos patrones de gestión política y pública que, a pesar de mostrar nuevos exponentes, son lo mismo, donde el populismo juega un rol fundamental en su propuesta y nos atrevemos a decir que profundiza ese modelo dependiente y lo vuelve, no una política pública, sino una política partidista y de culto a la personalidad.
Los ciclos en la política deben cerrarse y los Neoespartanos estamos caminando firmemente en esa dirección. Muestra de eso fue la elección primaria parlamentaria de 2015, donde saltó a la escena Jony Rahal: un liderazgo distinto, fresco y renovado que dio al traste con una vieja forma de hacer política. Ese día se abrió una puerta para quienes estamos emprendiendo en la política, para quienes estamos generando buenas y nuevas formas de hacer política.
Aún quedan algunos rezagos de las viejas formas y prácticas que se resisten a cambiar o a dar paso a la nueva política. Sin embargo, ya se siente en el ambiente lo caduco de sus actos: estar buscando levantadas de manos por un lado y el estéril intento de revivir glorias pasadas por el otro, todo con el fin de ocupar grandes sillas y saciar una gran sed de poder, dejando a un lado la necesidad colectiva de cambiar el gobierno nacional, son detalles que la gente no ignora.
Nosotros seguiremos recorriendo nuestras islas, impulsando la Revocatoria a Nicolás, pero sin dejar a un lado a la gran mayoría que exige y merece, una vez alcanzado ese objetivo, una Nueva Esparta con políticas y políticos comprometidos con los Ciudadanos…