La solidaridad es expresión de la naturaleza social del ser humano.. El objetivo de lograr una vida humanamente digna para todos nos obliga a actuar en forma solidaria. La solidaridad debe estar dirigida hacia aquellas personas que no pueden hacer valer sus derechos fundamentales por sí solas.
El individuo y la comunidad dependen de la colaboración solidaria de todos. Cada uno tiene el derecho a recibir y el deber de ofrecer solidaridad, contribuir a través de su trabajo y su progreso a que todos en comunidad intervengan en favor del individuo.
Reconocemos y afirmamos esta reciprocidad entre la responsabilidad del individuo y de la comunidad. Sin embargo, allí donde la capacidad de los individuos, de las asociaciones libres de los grupos o de la comunidad se vea superada, el Estado debe prestar ayuda.
La plenitud de la dignidad de la persona humana a través de la realización de la justicia social es nuestro fundamento espiritual y el punto de partida histórico de nuestro partido.
Por ello, la dignidad y la vida humana, aún antes de nacer, son inviolables. Respetamos a cada ser humano como una persona singular e inalienable en todas las fases de su vida. La dignidad del hombre es la misma, independientemente del sexo, la raza, la edad, la salud, el grado de discapacidad, la nacionalidad, la convicción política y religiosa, el éxito, el fracaso y el juicio de los demás.
El papel central de la dignidad humana y de los valores básicos que de allí se derivan son la base y la orientación de nuestro accionar político
Para Primero Justicia, el desarrollo es el proceso de aumento de las capacidades y libertades de los venezolanos para vivir con dignidad pero sin comprometer el potencial de generaciones futuras. Es el paso de una vida menos humana a una vida más humana.
En la visión de Primero Justicia los venezolanos no son meros beneficiarios de programas asistenciales, sino verdaderos agentes de cambio y de progreso. No basta proporcionar bienes y servicios materiales a grupos que padecen privaciones, sino que además deben ampliarse sus capacidades humanas.
Nuestra visión de desarrollo se basa en ampliar las oportunidades humanas. Para Primero Justicia, el desarrollo debe ser sustentable, lo que implica que los intereses de las generaciones futuras reciban la misma atención que las del presente.
Unido al desarrollo sustentable se encuentran los derechos humanos. Primero Justicia considera que es imposible construir el desarrollo sin un respeto irrestricto e irreducible a los mismos. Construir una sociedad donde el respeto a los derechos humanos sea parte esencial de la cultura es un requisito fundamental para humanizar a nuestra sociedad.
Igualmente, el desarrollo sustentable y el respeto a los derechos humanos suponen el fomento de principios esenciales para la modernidad. Estos incluyen el acceso a la justicia, el respeto y fomento de la propiedad y del estado de derecho y la igualdad frente a la ley.
Para Primero Justicia es imposible hablar de derechos humanos, desarrollo, dignidad humana, igualdad de oportunidades o subsidiariedad si el pueblo no puede hacer valer sus derechos. Por ello la piedra angular, el cimiento desde donde comenzamos a construir nuestro sueño humanista, es precisamente que exista justicia para todos los venezolanos.
La economía que proponemos tiene su fundamento en la idea de la libertad responsable, que nace del concepto de la dignidad humana como fin de toda acción de la sociedad y del Estado. Esta economía se opone a la economía planificada socialista y a las formas económicas de tendencia liberal que convierten al mercado en un dogma.
Defendemos una economía que impulse la justicia social porque su meta es conjugar libertad e igualdad a través de la solidaridad y la subsidiariedad. Sus bases se encuentran en la inversión, el respeto a los derechos de propiedad, la generación de empleo, el fomento a la competencia, la justicia social y la seguridad social.
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