Maracaibo, 02 de abril de 2014.- Los ataques a Primero Justicia se remontan a antes de su nacimiento como Partido Político, cuando era una asociación civil promoviendo la justicia de paz. Un aporte, absolutamente legal, de PDVSA para esos fines, ha sido satanizado por quienes dirigen el gobierno nacional más corrompido de nuestra historia republicana. Ya constituido como partido político regional primero y nacional después, ha sido el blanco de una persecución inaceptable en democracia. Algún día tendremos que hacer la lista de las agresiones a dirigentes, alcaldes, gobernadores, parlamentarios, a la misma institución, provenientes de los que están en el poder. Esas agresiones nos han fortalecido y comprometido mucho más con los cambios que este país requiere.
Caracas, 02 de abril de 2014.- Cuando uno va a los sectores populares se da cuenta que la fe católica es uno de los elementos que más unen a los venezolanos. No es coincidencia el incesante ataque que dese años atrás el gobierno ha lanzado contra la iglesia Católica.
Caracas, 02 de abril de 2014.- En Venezuela el secuestro de las instituciones públicas se ha convertido en el peor cáncer que puede sufrir nuestra democracia. En nuestro país no hay división de poderes y mucho menos independencia de los mismos, todos actúan sin duda alguna bajo la directriz que se emana desde la Presidencia de la República, convirtiendo a nuestras instituciones en sucursales del partido de gobierno y absolutamente serviles a sus intereses.
Caracas, 02 de abril de 2014.- Si alguien duda de la importancia política del lenguaje, basta que revise los últimos anuncios gubernamentales. Plantea el aumento de la gasolina, pero no dice que va a subir de precio sino que van a "empezar a cobrarla". A la devaluación la llama "reevaluación". Al incremento de las tarifas eléctricas lo denominan "disminución del subsidio a la luz". A la represión desmedida, "pacificación". No es una simple cuestión semántica. El lenguaje es una forma de dominación.
Caracas, 01 de abril de 2014.- En vez de andar anunciando tarjetas de racionamiento, Nicolás y Cilia deberían tener la valentía de desenchufarse y salir a hacer mercado, como lo hacen diariamente miles y miles de familias venezolanas. Si así lo hicieran, entenderían el drama que representa no conseguir leche, harina de maíz, aceite, café y papel toilette, por mencionar algunos de los "imposibles" de los hogares venezolanos. Y en el interior del país la situación es más dramática. Si Cilia o a quien le toque cocinar en Miraflores no estuvieran llenos de privilegios, tendrían que decirle no a Nicolás cuando pida sus tres arepas de desayuno. Tampoco le podrían dar empanadas y si pide un sandwich, le tendrían que explicar que lo racionan en las panaderías: ¡entérate Nicolás!