Presupuesto deficitario enciende alarmas en la PNB


Caracas, 17 de noviembre de 2014.- A cinco años de su creación, la Policía Nacional Bolivariana padece de una “problemática estructural” que, de no ser abordada en todos sus factores, impedirá el despliegue del organismo en el resto del país.

La institución designada como pionera del “nuevo modelo policial” y por lo tanto ejemplo de las demás policías preventivas, está afectada por un creciente déficit financiero que le impide, entre otras cosas, consolidar su infraestructura física en regiones como Apure, Barinas y Nueva Esparta, donde debía comenzar a prestar servicio este año.

La Dirección de Planificación y Presupuesto del cuerpo presentó un informe al director, general Manuel Pérez Urdaneta, que plantea los principales factores de la crisis. Ese documento sería sometido a consideración de la ministra de Relaciones Interiores, almirante Carmen Melédez, y del comisionado presidencial para la Transformación de las Policías, Freddy Bernal.

El reporte indica que al déficit acumulado en 2014 se sumarán las insuficiencias derivadas del presupuesto aprobado para 2015. La institución solicitó para el año entrante 15,5 millardos de bolívares, pero solamente fueron aprobados 2,2 millardos.

Esos problemas fueron reconocidos en la Memoria y Cuenta presentada a principios de año por el entonces titular del MRI, Miguel Rodríguez Torres. Allí se indica que el principal obstáculo para el logro de los objetivos planteados en ese período fue la “insuficiencia presupuestaria para gastos operativos”: “Nuestro principal obstáculo lo representa el aspecto financiero”, indica el informe.

Despliegue vertiginoso. Al finalizar el año, la PNB deberá pasar de 18.300 funcionarios a 24.000. Una parte son agentes reentrenados del antiguo cuerpo de tránsito terrestre. Otros vienen de nuevas cohortes graduadas a toda marcha en la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad. Con estos nuevos uniformados también se llevaría a cabo la tercera fase del despliegue nacional, que corresponde a Apure, Barinas, Falcón y Nueva Esparta.

La idea es cumplir con el estándar fijado por el Consejo Nacional de Policía, que es de 3,6 oficiales por cada 1.000 habitantes. Pero eso no será posible. En Vargas, por ejemplo, la presencia de los oficiales de la PNB se limita al casco urbano de La Guaira y algunos corredores viales.

En los cinco años que tiene la institución solo se ha finalizado la construcción de los centros de coordinación en Carabobo y Zulia. También han recibido algunas sedes donde antiguamente estaban la PM y Tránsito Terrestre. Pero las instalaciones “no se encontraban acondicionadas”. Tal es el caso de donde opera la Zona 7, en Caracas, en la calle Mara Punto de Boleíta Norte. Allí anteriormente estaba la central de operaciones de la PM para todo el municipio Sucre. Consta además de calabozos donde, antes y ahora, el hacinamiento es la norma. El diagnóstico de la ministra Meléndez concluye que el edificio “presenta un grado de deterioro significativo, entre las que contamos razones de inseguridad, habitabilidad y servicios colapsados”. Los trabajos costarían 22,5 millones de bolívares.

La directiva operaba en la Torre Latino de la avenida Urdaneta. Esas dependencias iban a mudarse a una torre en la avenida Venezuela de El Rosal. Pero a última hora fue transferida a la FANB para hacer la sede central del banco militar.

Oficinas como la de Recursos Humanos se mudaron de emergencia al Helicoide.

A discreción. Otro documento aborda las deficiencias de reclutamiento, selección y supervisión de los agentes. Según ese diagnóstico, el origen de las fallas está en la formación inicial para la carrera policial y en los procesos de formación continua y de reentrenamiento.

Hasta ahora, para ingresar a la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad basta con ser bachiller y tener una edad que no exceda los 25 años. No aceptarán a personas con antecedentes penales. Luego, el interesado deberá pasar pruebas médica, de “inteligencia”, personalidad, vasomotora y física, así como una entrevista psicosocial que determinará la “disposición para el desempeño ético del servicio de policía”.

Los constantes hechos de indisciplina y las deficiencias en la aplicación de las técnicas básicas del quehacer policial ha llevado a plantear una “revisión normativa para el reclutamiento y selección”. Eso incluirá una “redefinición de los requisitos que deberán reunir los aspirantes, así como la revisión del contenido de los instrumentos utilizados”.

Igualmente, se plantea la elaboración de protocolos de evaluación de desempeño, que al parecer no existen en el cuerpo policial.

Una gran PM

El exjefe de la Oficina de Control de Actuaciones Policiales de la PNB, comisario jubilado Luis Rodríguez Vieira, advirtió que el crecimiento incontrolado de la institución crea problemas de supervisión que amenazan con reeditar los vicios de la extinta PM: “Hay un preocupante desconocimiento de los jefes superiores sobre las prácticas corruptas”. Dijo que cada vez es más frecuente el uso de vehículos de la institución para fines personales. Se ha visto a oficiales trabajando como “parceleros”, cuidando negocios por cuenta propia. Añadió que debido a la presión por incorporar más agentes se han debilitado los controles de los llamados “estudios socioeconómicos”: “Antes del ingreso se enviaba a un grupo de policías para conocer el entorno del aspirante. Puede ser que no tenga registros policiales pero al mismo tiempo participe en una banda de traficantes o asaltantes”, señaló. Alertó sobre la carencia de oficiales formados en técnicas para el control policial. Sostuvo que eso no forma parte de las materias estudiadas en la UNES.

El Dato

En dos de los catorce estados donde opera la PNB no existen oficinas de Control de Actuación Policial. En otros, los “inspectores” de la institución deben trabajar en espacios antaño usados por Tránsito Terrestre.