Caracas, 24 de noviembre de 2018.- Tenemos un triste antecedente con la captura arbitraria y viciada de Lorent Saleh por parte de autoridades colombianas, que tras un operativo, más parecido a un secuestro, por los tantos vicios en el procedimiento, la Colombia, del premio nobel de la paz, Juan Manuel Santos, entrega a la Dictadura Venezolana, al premio Sájarov, el joven Lorent Saleh en el 2014, quien pasa 4 largos años de injusta prisión en manos de los más crueles cuerpos de seguridad del régimen de Maduro, el SEBIN, bajo continuas torturas de todo tipo, hasta que este año decidieron darle, la libertad, pero expulsándolo de su patria.

Hoy en día se repite la misma historia, pero con diferentes protagonistas, ya no es Juan Manuel Santos quien goza de tener perseguidos políticos Venezolanos detenidos en tierras Colombianas; ahora el Presidente Iván Duque, es el protagonista, quien a pesar de haber demostrado su firme rechazo a la Dictadura de Nicolás Maduro, quien además de denunciarlo internacionalmente por ser violador de los derechos humanos y culpable de la migración forzada de más de 3 millones de venezolanos, de los cuales casi 2 millones permanecen en Colombia, quien también ha sido tajante en declarar que a partir del 10 de Enero, suspenderá cualquier tipo de relación con esta evidente Dictadura, mantiene paradójicamente tras la rejas a un perseguido político del madurismo.

Inexplicablemente la administración de Duque tiene a Antonio Vathiotis desde el pasado 3 de Julio, preso; A juicio de su esposa y sus abogados de manera ilegal y arbitraria. El caso Vathiotis ya está comenzando a sonar en los medios internacionales y cada día se suman más voces que claman por su justa liberación, este caso está suficientemente documentado, el Greco-Venezolano se enfrentó como miles de venezolanos a la dictadura, en las calles, en múltiples oportunidades, y está después de identificarle junto a otros compañeros de lucha, comenzó con su maquinaria de persecución y extorsión, lo que obliga a Vatiotis dejar Venezuela para buscar asilo en Colombia el 03 de enero del 2014, pero el 12 de marzo de ese año, cae abatido uno de los esbirros consentidos del régimen, el Cap. GNB Ramzor Ernesto Bracho Bravo, y Antonio es imputado por financiación de manifestaciones, asociación para delinquir y homicidio en grado de complicidad, con el único detalle que para la fecha del deceso de Bracho, Vathiotis estaba en Colombia.

El régimen de Maduro, frustrado por que se le escapa este perseguido decide emitir una alerta roja ante interpol, pero supuestamente este organismo se niega a emitirlo por las evidentes violaciones a los derechos humanos que acumula la Dictadura de Maduro, lo que sí es cierto es que el régimen madurista valiéndose de una ardid político, usa a Grecia para que haga el requerimiento por los delitos ocurridos en Valencia, estado Carabobo, Venezuela, y es así como emiten dicha alerta de Interpol y terminan deteniendo a Antonio Vathiotis.

Su esposa ha iniciado una valiente campaña para evitar la mortal extradición de su cónyuge a tierras Venezolanas, así como para exigir su inmediata liberación, no solo por la evidente inocencia de Vathiotis, sino también por la irregularidad con la cual ha sido llevado este caso, que se aleja de los principios del derecho romano, pero por alguna extraña circunstancia, aún Vathiotis sigue detenido bajo la custodia de la “Justicia” Colombiana, y a pesar que ha obtenido el reconocimiento de distintas ONG´s como perseguido político, a pesar que varias personalidades han abogado por él, muy a pesar que su caso ha sido formalmente presentado ante las autoridades Colombianas, ni la fiscalía, ni la corte, ni el mismísimo Presidente neogranadino Iván Duque se pronuncian, ni a favor, ni en contra, siendo Antonio Vathiotis otro preso de Nicolás Maduro en manos de las autoridades colombianas, ahora Duque le sigue los pasos a Santos.

Esperemos qué de manera inmediata, liberen a este inocente, ojalá el silencio judicial sea por negligencia y no por los oscuros intereses de la Dictadura de Maduro, que es bien sabida como usa la chequera y las influencias para comprar conciencias, ojalá no sea este padre de familia, una ficha de negociación para el gobierno de Duque. Antonio Vathiotis debería estar ya en libertad, con su familia, a menos que Iván Duque también quiera su premio Nobel de la Paz.