Caracas, 02 de noviembre de 2018.- Pretender acabar políticamente con Nicolás Maduro y su mandato es la salida más viable para la supervivencia del chavismo. Fíjate, dejaría de ser el chivo que más, a ser el chivo expiatorio de todo, y salvaría para los rojos y los ingenuos, la imagen del supremo comandante. Es evidente que “tirios y troyanos” están saturados del madurismo, y yo también, es que además de que Nicolás Maduro ha demostrado ser bárbaramente cruel, es aún más torpe en el cálculo de sus acciones, comete traspiés, tras errores y vuelve sin vergüenza a meter el pie.

Nicolás está cada día más amenazado por fuerzas externas al chavismo; La presión diplomática, la amenaza de la justicia internacional, el ataque de una eventual acción militar extranjera, las sanciones políticas y económicas, el posible alzamiento castrense, las protestas ciudadanas internas que cada día son más, pero lo que más le aterra, lo que le da pavor, son las amenazas internas; Una traición nacida de sus propias huestes, en el seno del chavismo, y es que se siente, que ya se está gestando, esperando el momento exacto para clavarle la estocada, lógicamente por detrás, como buena traición fraternal.

Maduro ha sido a mi juicio un operador político audaz, pero un gobernante exageradamente torpe; Audaz porque supo colarse entre la jungla chavista para coronarse como el sucesor del maligno, claro impuesto por el mismísimo, pero evidentemente en el proceso había otras opciones con más “Luz”, sin embargo, el chofer poco estudiado fue el elegido por el finado, y coronado por la tía tiby.

Y es un gobernante exageradamente torpe, por sus evidentes resultados, Venezuela es un Caos.

Esta suerte de hacerse presidente no le ha valido de nada, como todo lo mal habido, el poder se le ha diluido, este Sr. carece de legitimidad, no ha sabido gobernar, amen que heredó el desastre económico y político que dejó su papá (CHAVEZ) y lo profundizó, agravándolo aún más, un artista para destruir. Además de eso ha venido obrando con saña, maldad y crueldad en contra de sus opositores, violando todos los derechos humanos, acumulando delitos de lesa humanidad, sus manos están manchadas de sangre de tantos inocentes que por sus ordenes han fallecido, y es que Maduro puede tener su propio cementerio de perseguidos.

Lo cierto es que cada día se ve más clara, la agonía del madurismo, si no lo agarra uno, lo atrapará el otro, pero en cualquier momento celebraremos la caída del madurismo como un evento de algarabía mundial, aunque cuidado al celebrar, erradicar el madurismo, no significa estar libre del chavismo, que es el mal original; Ya se rumoran, acercamientos, pactos, acuerdos de supuestos opositores y chavistas para una transición pacífica, ¿con el chavismo?, no Sres., no existirá paz si no se hace primero justicia y barremos la plaga roja.

Queremos una Venezuela democrática de justicia y progreso, de instituciones y ciudadanos, de derechos y deberes, queremos un país libre de violencia y de chavismo, sin presos o perseguidos políticos, que las generaciones futuras sepan lo que hemos vivido para que jamás volvamos a cometer estos dolorosos errores.