Caracas, 05 de mayo de 2017.- A Venezuela no sólo le cayeron las siete plagas de Egipto con esta dizque revolución, sino que una especie de maldición se posó sobre nuestro terruño, y lo peor aún, el diablo pareciera andar suelto cometiendo toda clase de extravagancias violentas, arremetiendo contra un pueblo, asesinando inocentes que exigen sus derechos en las calles del país, y tratando de acallar la voz de la protesta y el reclamo por la vía de la represión.

Este diablo disfrazado de gobierno, ejecuta políticas represoras en momentos cuando ve perdida toda posibilidad de arraigo social y de continuidad en el tiempo de manera electoral y democrática, es por ello que con una fuerza malévola ha sacado lo peor de sí, y ha dejado ver ante Venezuela y el mundo, su carácter dictatorial y autócrata, el cual pretenden disfrazar bajo los parámetros de un socialismo y una democracia social. No obstante, la hipocresía, la falsedad, la mentira y lo macabro, lo llevan a cabo como táctica para mantenerse en el poder a como de lugar.

Sepa usted Nicolás Maduro y la corte del mal que le acompaña, que este bravo pueblo tiene agua bendita y un escapulario para espantar a ese diablo que anda suelto. Los civiles andamos en las calles por convicción de patria, por el reclamo justo a una economía de guerra impuesta por el peor gobierno que hemos tenido, y frente a sus balas, gases lacrimógenos, grupos paramilitares y parapoliciales que saca para agredir a gente indefensa, contamos con el valor, con los guáramos, con Dios y con la fe para disipar más temprano que tarde todas estas acciones endemoniadas que se gestan desde su desgobierno.

El goce que le produce la sangre de inocentes abaleados por sus grupos colectivos, la gran cantidad de gente que se desploma asfixiada por los efectos de gases vencidos, la violencia a la que somos víctimas quienes salimos a exigir justicia, más temprano que tarde usted tendrá que rendir cuentas ante la justicia terrenal por ese plan de exterminio, y ante la justicia divina no le alcanzarán vidas para sanar este baño de sangre que ha producido al país.

Los venezolanos seguimos en pie de lucha, apoyados en nuestra Constitución Nacional y en nuestro carácter democrático que nos da aplomo para avanzar en esta cruzada del bien contra el mal y el demonio representado por el gobierno de Nicolás Maduro, quien de manera cínica baila y celebra en cadena nacional cada una de las bajas de inocentes que se produce.

El diablo anda suelto, eso lo sabe Venezuela y el mundo. Pero el 90% del país está convencido que la única salida para santiguar a la patria de estas posesiones endemoniadas, es un proceso electoral, porque sólo así saldremos de un modelo de gobierno que sólo trajo sangre, lágrimas y muertes a Venezuela. Pues bien, contra este demonio agua bendita y sigamos En Primero Justicia seguiremos en las calles acompañando a nuestro pueblo, y por más que nos quieran criminalizar y endosar actos terroristas, la verdad y la justicia siempre nos hará libres.