Caracas, 20 de mayo de 2016.- El Consejo Nacional Electoral (CNE) nuevamente trata de obstaculizar la realización del Referéndum Revocatorio imponiendo nuevas verificaciones al proceso y de dilatar lo que ellos saben es indetenible, la convocatoria del proceso revocatorio este año para salir del Gobierno de Nicolás Maduro.

El nueva modificación realizada por las autoridades del CNE al reglamento para solicitar proceso del referéndum, es claramente un artilugio que obstaculiza el proceso, pero que no lo va a detener porque los venezolanos tenemos el derecho a ser consultados y además tenemos el deber de exigir que se cumplan los mecanismos constitucionales para salir de forma pacífica, democrática y electoral de un gobierno mediocre y sin ideas.

Esta respuesta del CNE nos deja observar cuán grande es el miedo, el temor que tiene tanto Nicolás Maduro, como sus seguidores, ministros y voceros que saben que cualquier proceso electoral que realicemos en estos momentos a la gestión del mandatario de turno será reprobada con toda seguridad por la grave crisis que hoy padecemos los caraqueños y los venezolanos.

Mientras en el CNE quieren cambiarnos la modalidad de media maratón a una suerte de carrera de campo, con obstáculos y enigmas por descifrar, el gobierno trata de aplicar la violencia y represión para quebrar a los ciudadanos y criminalizar a quienes pensamos distinto y a quienes queremos una solución pacífica a la crisis, como lo es el revocatorio.

Lo que el gobierno ha dejado de percibir, porque tiene muchos años desconectado del país, es que la situación de crisis en la que ha hundido al pueblo venezolano es su principal enemigo y mientras más distante ponga una salida electoral, la diferencia no se acortará, sino que seguirá creciendo, no serán 8 millones los necesarios para revocar a Maduro, a este ritmo será muy fácil superar la barrera de los 10 millones de votos que el fallecido Hugo Chávez se propuso y murió sin alcanzar.

Además, en las últimas semanas hemos comenzado a observar pequeños focos de violencia, que deben ser motivo de alarma para todos, las escaramuzas e intentos de saqueos en los pueblos y ciudades satélites a Caracas, son un medidor del nivel de desesperación al que está llegando el pueblo, es fundamental que el gobierno deje de ser ciego y abra los ojos ante una realidad, el pueblo quiere un Cambio y la mejor forma de dárselo es a través de los procesos y mecanismos democráticos.

Esta misma semana hemos visto como nuestro país se convierte en el centro de atención de América Latina, tras 17 años, ya no son los acalorados discursos del fallecido presidente Chávez, los que ponen la vista en nuestra nación, sino por el contrario los llamados de alerta internacionales que han hecho pronunciarse hasta al Papa Francisco, pasando por los organismos internacionales y ONG’s que tienen en su misión la opción humanitaria y social.

La crisis de Venezuela, no es sólo una crisis de falta de alimentos, es una crisis integral que merece y requiere de una solución integral, consciente y programada, no es sólo cambiar al presidente de turno, porque ha sido la peor gestión en la historia de Venezuela, es cambiar el modelo de desarrollo del país, que nos convirtió en un Estado fracasado y que ha convertido al campo, a la industria, a la educación y la familia venezolana en un desierto que hoy debemos reconstruir todos unidos y pensando en el futuro que queremos para nuestros hijos.

Es el momento de destaparse los ojos y ver la realidad, de aceptar que se han cometido grandes errores desde el Gobierno y que no tienen la capacidad de resolverlos, es el momento de que se hagan a un lado y dejen de obstaculizar los mecanismos para que los venezolanos se expresen en las urnas y se de un nuevo gobierno y un nuevo modelo de país.

Estamos en una de las horas más oscuras de nuestra historia republicana, y es el momento que el voto popular vuelva a convertirse en la luz, en esa esperanza para que podamos guiar a la nación a la senda del progreso y el desarrollo, es el momento que iniciemos la construcción de la Venezuela de progreso y de futuro que merecemos.

Este mismo año, con el esfuerzo y la fortaleza de todos los venezolanos, vamos a superar y a vencer los obstáculos y vamos a elegir a un nuevo gobierno de salvación nacional. El Referéndum Revocatorio es un derecho constitucional de todos los venezolanos y lo vamos a hacer respetar y realizar este mismo año.