Maracaibo, 31 de marzo de 2016.- Urge que todos nos activemos para buscar un cambio en Venezuela, hemos defendido los últimos meses al Referéndum Revocatorio como la vía democrática para lograr superar la crisis que vivimos y con optimismo vemos como cada día cobra más fuerza esta iniciativa popular.

Ya el drama social que vive el país no puede esperar más, no existe nada más importante que activar el Referéndum Revocatorio, nada puede estar sobre la agenda de un dirigente político que motivar al país entero a movilizarse para lograr que por la vía electoral volvamos a triunfar y la mayoría se exprese a favor del cambio.

Mientras el país se cae a pedazos, la inseguridad se desborda, Maduro cada vez pareciera jugar al caos y los venezolanos se llenan de desesperanza, no podemos quedarnos de brazos cruzados, ni levantar banderas de luchas con objetivos individuales y/o partidistas, acá nos tenemos que unir todos para luchar por lograr la expresión del pueblo por la vía del Revocatorio.

El referéndum está en la Constitución, tiene un antecedente político, ya se efectuó en una ocasión, no existe argumento ni excusas para frenarlo, no hay TSJ que pueda sabotearlo, es voto a voto expresión popular.

Artículo 72 : Todos los cargos y magistraturas de elección popular son revocables. Transcurrida la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria, un número no menor del veinte por ciento de los electores o electoras inscritos en la correspondiente circunscripción podrá solicitar la convocatoria de un referendo para revocar su mandato. Cuando igual o mayor número de electores y electoras que eligieron al funcionario o funcionaria hubieren votado a favor de la revocación, siempre que haya concurrido al referendo un número de electores o electoras igual o superior al veinticinco por ciento de los electores y electoras inscritos o inscritas, se considerará revocado su mandato y se procederá de inmediato a cubrir la falta absoluta conforme a lo dispuesto en esta Constitución y en la ley.

Está en la Constitución, es claro y evidente. El destino de Venezuela debe decidirlo su