San Felipe, 07 de enero de 2016.- He decidido escribirle públicamente esta carta con el propósito de expresarle algunas consideraciones sobre la impugnación del resultado de las elecciones celebradas el 06 de diciembre que usted interpuso ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), con relación al triunfo obtenido por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) en el circuito número 2 de Yaracuy, el cual me corresponde representar.

Primero: Me inicié en la política desde adolescente. Siendo un joven de 18 años, exactamente en el año 2000, fui electo como presidente del Centro de Estudiantes del Instituto Universitario de Tecnología de Yaracuy (IUTY). Por cierto Gobernador, allí comencé a sentir los rigores de un régimen que no acepta la disidencia, la crítica y mucho menos respeta al adversario, puesto que fui expulsado por las autoridades que para ese momento representaban -al igual que usted-, los intereses del gobierno nacional.

Segundo: En el campo de la política social, decidí incursionar en unas elecciones primarias en el municipio Independencia, al no salir favorecido, inmediatamente reconocí la victoria del que para la época la había logrado. Luego, en la misma jurisdicción, competí nuevamente en unas primarias organizadas por la MUD en las que resulté ganador, lo que me permitió aspirar como candidato a Alcalde en el proceso realizado en el año 2013, donde venció el actual regente, a quien le reconocí el triunfo una vez finalizados los comicios.

Tercero: El talante democrático no puede ser solamente un discurso. En mi caso, ha sido una conducta, un valor, un principio inalterable, que practico y defiendo. En política Gobernador, lo aconsejable, lo práctico, lo útil, después de un revés electoral, es evaluar las razones por la cuales el tribunal del pueblo no decidió a favor de la opción que uno representa.

Cuarto: Gobernador, usted le rehúye al debate con sus partidarios, no les da la cara a los efectos de expresarle las razones que lo condujeron al fracaso en la reciente consulta parlamentaria. Usted sabe que no derroté a su hermano, aquí el gran derrotado es usted por intentar sobreestimar su entredicho liderazgo, imponiendo a un candidato que no gozaba del aprecio, ni del reconocimiento de las bases del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), con el triste argumento de “que se lo iba a montar en el hombro”.

Quinto: En la campaña electoral, producto de la ansiedad y el desespero porque los números no le daban, siendo cómplice junto a Nicolás Maduro del peor gobierno de la historia, y utilizando las herramientas de un laboratorio sucio, en un acto de cobardía envió a un grupo de estudiantes a lanzar piedras en contra de una caminata que había organizado mi comando de campaña con la presencia del Diputado Tomás Guanipa, ocasionándole la fractura de cráneo a una niña de 2 años que transitaba con su madre por el lugar. Gobernador, usted impidió en pleno inicio del período de campaña que camináramos por las calles de Independencia con el Diputado Julio Borges, acordándonos con un piquete de policías como si se tratara de unos delincuentes, en flagrante abuso de autoridad y violación al libre tránsito. Gobernador usted en cadena radio me acusó de ser un delincuente, que había sustraído dinero de la campaña para fines personales. Asimismo, desarrolló una campaña mediática desmedida en mi contra, usando para ello a ciertos “analistas” de muy baja reputación que me atacaron hasta la saciedad con argumentos banales y de baja monta que no tiene sentido mencionar. Gobernador su hermano de manera servil se prestó hasta para responsabilizarme de ocasionar daños a su comando de campaña, e incluso sustraer equipos, señalamientos que de inmediato generaron un gran rechazo en la opinión pública yaracuyana que tiene muy claro de qué lado están los violentos; Gobernador entre cielo y tierra no hay nada oculto.

Sexto: Es obvio Gobernador que le preocupa su futuro político, denota un inusual nerviosismo porque sabe que los yaracuyanos queremos un cambio, y que en el 2016 habrá elecciones a Gobernadores, en las que nuevamente será derrotado por sus desaciertos. Asuma con verdadero espíritu democrático la lección de un pueblo que en el pasado reciente lo acompañó, pero que hoy usted defraudó.

Séptimo: No debería buscar en un despacho judicial lo que el pueblo no le dio con votos. Ahora bien, -si usted quiere-, está en su derecho y puede acudir hasta la corte celestial, pero le advierto Gobernador que allí también será derrotado, no por Luis Parra, sino por la voluntad de un pueblo que se niega a sucumbir ante tan semejante desastre de un gobierno moribundo.

Por último Gobernador, con humildad le reitero que Luis Parra es hoy el instrumento de lucha de un pueblo al que defenderé con lo más profundo de mi alma. Jamás me doblegaré a mis principios y convicciones democráticas. Por Venezuela, y por mi Yaracuy recuerde Gobernador que ¡USTED PERDIÓ!.