Ismael García: Paquetazo electoral


Caracas, 23 de julio de 2015.- El gobierno en cada medida populista y absurda que toma, muestra su incapacidad y fracaso para resolver los graves problemas que hoy enfrentamos los venezolanos, especialmente, en el área económica, porque producto de años de ineficiencia, de corrupción, de ineptitud, de demagogia, hoy enfrentamos la peor crisis jamás vivida en Venezuela, y Maduro frente a esta realidad, en vez acometer acciones para enmendar el desastre histórico en el que nos ha inmerso, apela constantemente a políticas erradas, que persiguen mantenerse en el poder a como dé lugar.

Maduro jamás ha querido entender que una gran parte del país, está en contra de sus políticas populistas y electoreras, y que otra parte, amenazada y chantajeada por su gobierno han tenido que “calarse” sus arbitrariedades y abusos, pero todo tiene un límite, porque en estos momentos lo que está en juego es el hambre de todo un pueblo que frente al desabastecimiento, la escasez, la inflación, las colas y las medidas desatinadas de este gobierno, ya no damos para más, porque económicamente hablando es cuesta arriba para una familia poder alimentarse de acuerdo a los cánones y patrones nutricionales, aquí el venezolano hoy come lo que venga y cómo venga.

Recientemente, Maduro ha emitido una orden de redireccionamiento de la distribución de alimentos a las redes públicas manejadas por el gobierno con mucha deficiencia. La Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (SUNAGRO), ha ordenado a las principales empresas afiliadas a Cavidea para que destinen un porcentaje de su producción a las redes del Estado, esto para tapar así, la incapacidad del Estado para abastecer estas redes comerciales públicas, las cuales prometió surtirlas con producción nacional, pero para nadie es un secreto que este gobierno acabó con el aparato productivo del país, se expropiaron más de 4 millones de hectáreas productivas y más de mil empresas en estos rubros, tuvieron que cerrar sus santa marías debido al acoso y a la presión del gobierno.

De acuerdo a esta arbitrariedad de Maduro, los rubros afectados por esta medida son, leche en polvo y liquida, pasta, arroz, aceite, azúcar, harina de maíz, harina de trigo, precisamente los productos de la cesta básica, hoy desaparecidos de los anaqueles comerciales en el país. Ahora bien, los volúmenes de producción que están ordenando redireccionar se ubican entre 30% y 100%, dependiendo de los rubros. La orden establece que la producción sea despachada a los establecimientos de Mercal, PDVAL, Bicentenario y otros de la red pública determinados por las autoridades. Toda la distribución será supervisada y controlada a través del Sistema Integral de Control Agroalimentario (SICA), como se ha venido haciendo hasta ahora. Pero es que el 80% de los productos que se expenden en la red de comercialización pública del gobierno, son marcas privadas que a pesar de los acosos, el amedrentamiento, los chantajes, han seguido dando la cara por el abastecimiento del pueblo venezolano, sin distingo de condición política, social o racial.

No dejo de insistir que esta es una medida populista y desesperada de Maduro, porque sabe que está pegado contra las cuerdas, que su popularidad cada día cae de manera estrepitosa porque se han burlado de las necesidades del pueblo, especialmente, han jugado con el hambre de una nación. Y entonces, como los números no le dan por ninguna parte, incluso las empresas de encuestas que trabajan para el gobierno saben que las cifras están rojas y no precisamente, por la revolución, sino por la ineficiencia y la incapacidad, ahora pretende, sabotear y asfixiar a la economía privada del país, gracias a la cual hemos subsistido porque todas las empresas expropiadas por este gobierno, hoy están ruinas y son un monumento a la desidia.

En la red privada existen 113.859 establecimientos comerciales mientras que la red pública está conformada por 7.245 establecimientos, es decir, existen 15 veces más establecimientos privados que públicos. Por lo tanto, esta medida abusiva y anárquica de Nicolás y sus enchufados, afecta principalmente a los consumidores tanto de la red pública así como privada, porque el 78% de los venezolanos que acuden a la red privada para realizar sus compras, de acuerdo a esta orden, ya no lo podrán hacer porque los productos de la cesta básica que son los más escasos y buscados en nuestro país, se redireccionarán a la red pública como Mercal,Pdval, Bicentenario y otros en su estilo, quedando una gran mayoría de los venezolanos desprotegidos aún más frente a la crisis de escasez y desabastecimiento en el país.

Y los consumidores de las redes de comercialización pública, se verán afectados de manera vertiginosa, porque debido a lo limitado de estos espacios a nivel nacional, y debido a la escasez y desabastecimiento, ya de por sí se producen largas colas, incluso muchas personas se van un día antes a estos establecimientos para que por una capta huellas, les vendan dos harina pan, dos kilos de azúcar, dos kilos de pasta, 1 pollo, un kilo de carne y un litro de aceite semanales. No obstante, después de esta medida, se sumarán otros consumidores en busca de lo básico, pero como no hay infraestructura ni logística para satisfacer la demanda de todos, seguramente esto será un gran caos; porque los mismos productos que antes se repartían en más de 113 mil establecimientos, ahora se concentrarán en 7.245 a nivel nacional.

Sin lugar a dudas, Maduro con esta medida está oficializando al bachaqueo como medio de comercialización y distribución, porque una inmensa mayoría de venezolanos que no puedan hacer estas interminables colas, por razones de salud, laborales, de incapacidad u otras, tendrán que caer en las redes del bachaqueo, adquiriendo los productos, pagando hasta 5 veces más el precio de los mismos. No obstante, esta medida también afectará a las personas que laboran en la distribución y comercialización de alimentos, quienes verán mermadas su actividad comercial debido al paquetazo que recién ha dado Maduro al pueblo venezolano, y que lamentablemente, tendrán que prescindir de los servicios de muchos de sus trabajadores.

Definitivamente este es un gobierno que es oscuridad para la casa y claridad para la calle, porque en vez de reimpulsar la producción y la economía nacional como una medida cierta para salir de esta crisis, lo que hace es impulsar mecanismos de control y de bloqueo con el único objeto de quebrar las empresas del país, y a cambio, hace convenios con Uruguay, Brasil y otros países, para importar alimentos, especialmente, para los meses de octubre y noviembre. Es decir, en plena campaña electoral, para dar la sensación que el problema de la escasez y desabastecimiento han desaparecido.

No puede llamarse gobernante de un país, quien a diario atenta contra la seguridad alimentaria de su pueblo, y que las medidas asumidas no son para frenar la hambruna que ya se vive en el país, sino para subir puntos en encuestas que por más que las maquillen y engorden, no saldrán ilesos de esta responsabilidad histórica frente al país y su gente. Por esta y muchas razones más, los venezolanos el 6 de diciembre, tenemos una gran oportunidad para poner coto a todo este abuso de poder y empezar el reencauce de nuestro país con una nueva mayoría en la asamblea Nacional, que no sea cómplice de estas atrocidades que a diario comete Nicolás y su combo de enchufados.

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