Caracas, 05 de junio de 2015.- Estamos rozando la mitad del año y el Gobierno de Nicolás Maduro y sus enchufados muestran cada día más evidencias de desesperación y agotamiento de un modelo fracasado. Las encuestas que le daban números maquillados, ya no aguantan más arreglos y la ONU acaba de derrumbar su tesis de Guerra Económica al pedirle una explicación ante la situación de desabastecimiento que vivimos los venezolanos.

El ataque a la Alcaldía de Mario Briceño Iragorry en el estado Aragua, así como la designación por parte del Tribunal Supremo de Justicia de un nuevo alcalde en el Municipio Páez en el estado Apure argumentando el supuesto abandono del cargo por parte de Lumay Barreto, son tan sólo pinceladas de la desesperación que ya inundan los pasillos del Palacio Legislativo y de Miraflores.

Estas acciones seguramente seguirán incrementándose en la medida que nos acerquemos al final del año y seguramente arreciarán cuando el Consejo Nacional Electoral convoque a las elecciones parlamentarias como es su deber, antes de finalizar este año. La idea es tratar de generar división, miedo y acobardar al electorado opositor.

Lo que no mide la actual administración del Gobierno y lo que no entra dentro de las cuentas de los enchufados, es que no tienen margen para cambiar la situación, las encuestas les están tomando fotografías adelantadas al momento político, los precios del petróleo no los ayudan a mejorar el desabastecimiento generado por este modelo socialista y fracasado que ha convertido a los venezolanos en profesionales de las colas.

El venezolano es un pueblo noble, paciente, pero a la vez es implacable cuando alteran su estilo de vida. Las notas del Gloria al Bravo Pueblo, siguen siendo una descripción fundamental de nuestro gentilicio.

La desesperación gubernamental los ha llevado a meterse en las disputas internas de la Mesa de la Unidad, para ellos, que tienen una visión única del pensamiento, quien debate es un enemigo. No pueden entender que dentro de la Alternativa Democrática a pesar de tener formas de pensamiento distintas podamos conciliar y alcanzar verdaderos acuerdos que respeten la visión de todos.

Dentro de la Mesa de la Unidad seguimos unidos, construyendo el camino que nos llevará a la gran victoria democrática en las elecciones parlamentarias. Esta semana fueron anunciadas una serie de movilizaciones para exigir que el CNE establezca ya la ruta que debemos transitar para las parlamentarias, una ruta clara, sin ambigüedades, la autoridad electoral debe dejar de actuar bajo las sombras y darle una luz a los venezolanos.

Fijar la fecha de las parlamentarias es un punto clave para que los venezolanos sigamos trabajando para la construcción de la victoria contundente y rotunda, una victoria que ponga a los enchufados en su sitio y que ponga fin a los abusos de este gobierno que no soluciona, ni deja que otros soluciones los problemas de los ciudadanos.

Unidad, cambio y progreso, es la consigna.