Caracas, 28 de abril de 2015.- Existe gente de buena fe que todavía le cree al gobierno el cuento de la guerra económica, aunque cada día son menos los engañados. Las excusas del gobierno son mentiras de patas cortas, por eso nos hemos dado a la tarea permanentemente de desmontarlas y aprovechamos en esta ocasión un excelente artículo publicado en El Nacional para compartir con ustedes algunas cifras demoledoras que dejan en evidencia la ineficiencia de Maduro. De acuerdo a información publicada en la memoria y cuenta del Ministerio de Alimentación, la producción de industrias Diana cayó 25% en 2014 con respecto al año anterior, bajando de 164.904 toneladas en 2013 a 124.482 toneladas en 2014, mientras que Lácteos Los Andes tuvo un resultado parecido, al caer su producción en 21%, de 298.045 toneladas en 2013 a 265.933 toneladas el año pasado.

Dice el Ministerio de Alimentación que la producción cayó por falta de disponibilidad de divisas y por falta de envases, pero resulta ser que las divisas las otorga el propio gobierno y que los envases también vienen de empresas expropiadas por el gobierno, de modo que los responsables del desastre son ellos mismos. Las empresas estatales de alimentación son un fracaso y le están fallando al pueblo cuando éste más las necesita.

Si usted va más atrás y busca las cifras de 2012, resulta ser que el 2013 también cayó la producción, de modo que son dos años seguidos de malos resultados por culpa de un modelo donde impera la burocracia, la corrupción y el amiguismo. Nos preguntamos ¿Para eso nacionalizaron estas industrias? Es claro que el responsable es uno solo.

No hay ni una industria expropiada que hoy pueda mostrar resultados medianamente aceptables. El gobierno es responsable del desatare y no da muestras de querer recapacitar.

A pesar de todas las arbitrariedades y las mentiras seguimos en pie de lucha. Nuestra labor es desmontar cada una de estas mentiras que se radicalizarán de cara al próximo evento electoral, porque el gobierno sabe que está perdido. Venezuela espera un cambio con una nueva Asamblea Nacional donde se utilice este espacio para discutir y resolver los problemas de la gente, y que permita traer progreso y esperanza para el país.