Cumaná, 25 de marzo de 2015.- Nuestro estado Sucre ostenta los índices más elevados de pobreza de nuestra Venezuela. Una de las razones que me motivaron a involucrarme activamente en la política fueron las “circunstancias”  ¿Qué circunstancias? La inseguridad, la delincuencia, la falta de empleo, la ausencia de ética y meritocracia en el ejercicio de los profesionales, debido a que todas las recompensas se recibían a modo de “bendición” por ponerte una camisa o una gorra roja. Y comprendí que eso, definitivamente debía cambiar, cambiar por un estado en el que TODOS los colores cuenten, y que esos colores que representan diversas corrientes de pensamiento puedan de forma pacífica incluirse y establecer acuerdos en pro del bienestar de nuestro amado estado Sucre.

Así, surgió nuestra idea de construir El Sucre que queremos, digo nuestra pues me refiero a un grupo de jóvenes militantes de Primero Justicia en Sucre y al que se sumaron miembros activos de la sociedad civil, en el que pretendemos compartir planes de progreso, de modernización, de seguridad, de vialidad y de políticas públicas para nuestro estado. Para convertir a Sucre en un ejemplo de estado, una idea en la que la voz de nuestros hermanos de diversas comunidades de Sucre puedan hacer sus denuncias y propuestas de solución a los problemas que nos aquejan actualmente.

El pasado sábado 14 de marzo, todos los que integramos este sueño ya materializado caminamos por la inseguridad, por la escasez, por la delincuencia, la pobreza y todos los males que se han apoderado de nuestra bella ciudad. Contamos con muchísimos participantes en esta actividad, en la que exhibimos nuestras banderas sociales y políticas que militan bajo las bases del progreso, la educación, la seguridad y el empleo para todos, la salud de calidad, los derechos justos para nuestros trabajadores, y el abastecimiento.

La convocatoria y asistencia masiva nos confirmó que estamos en el camino y que muchos estamos UNIDOS en este sueño de transformar a Sucre en un estado lleno de cultura, economía de inversión, fuentes de empleo, emprendimiento, oportunidades de buena educación, excelentes vías y paz. Culminamos con una misa en la iglesia Santa Rosa de Cumaná, en la que pedimos especialmente convertirnos en un estado en el que todos podamos convivir en armonía y con desarrollo social, un estado que nos recuerde lo que somos: Hijos del Gran Mariscal de Ayacucho, y de la ciudad primogénita del continente.