Alfredo Ramos: La realidad de Cumaná no se maquilla


Cumaná, 19 de febrero de 2015.- Estamos en el año aniversario de nuestra ciudad. En noviembre, Cumaná arribará a sus 500 años y para nadie es un secreto que la ciudad se muestra abandonada, descuidada, sucia y con altos índices de inseguridad, pobreza y desempleo que oprimen a nuestra gente. En estos carnavales el Alcalde invisible y el Gobernador Joropero quisieron disfrazar y limpiar “por donde pasa la reina”, sin embargo, la realidad se muestra cruda y contundente ante los ojos y las vivencias diarias de nuestros sucrenses. ¡No pueden tapar el sol con un dedo!

Desde principios de año se le han estado entregando gran cantidad de recursos a los Gobernantes de turno, destinados a la ejecución de obras para el “rescate” de Cumaná en su aniversario. Así, se le han otorgado al “Gobierno de la ineficiencia” alrededor de 2 mil 700 millones de Bolívares aprobados para fines de realizar obras en Sucre como las señaladas por el Sr. Jaua, quien mencionó que entre las obras a ejecutarse en la región se encuentran la culminación de la biblioteca de la Universidad de Oriente, núcleo Sucre por 120 millones de Bolívares; la recuperación de las riveras del río Manzanares por 40 millones de bolívares y la ampliación del bus Cumaná por 72 millones de bolívares, entre otras.

Asimismo, a los recursos aprobados por el Ejecutivo se suman la activación de terminales interurbanos para descongestionar el centro de la ciudad por 30 millones, el terminal extraurbano de pasajeros por 135 millones, la rehabilitación de la cúpula de la iglesia Santa Inés por 60 millones y la recuperación del polideportivo Félix Lalito Velásquez por 366 millones, para que sea el escenario de los Juegos Nacionales en 2015.

Otros de los proyectos son: la culminación de la avenida Cancamure por 520 millones, un empalme entre las avenidas Cancamure y Andrés Eloy Blanco, una conexión entre la avenida Cancamure y la autopista Gran Mariscal de Ayacucho, tres redomas en ésta y un puente sobre el río Manzanares, la ampliación de la red de distribución y generación eléctrica por 326 millones de bolívares y la primera etapa de mejoramiento de la red de aguas servidas y potable por un monto de 130 millones de bolívares, entre otras promesas.

Ahora bien, vemos con sorpresa que ninguna de estas obras ha sido ni siquiera iniciada y las pocas que han iniciado las ejecutan de mala manera, como por salir del paso, como ejemplo el caso de nuestra iglesia Santa Inés, que lo único que “resolvieron” fue pintarla, maquillarla para el día de nuestra santa patrona y para estos carnavales, cuando el problema GRAVE de esta casa católica es sus bases y estructura, pero seguramente por ahorrarse unos cuantos reales y por poner pañitos de agua caliente muy al estilo de este “Gobierno ineficiente” evadieron el problema real.

Además de esto, es triste ver como en vez de destinar ese capital para lo que fue otorgado y trabajar por el progreso de la primogénita del continente, se están gastando todo en bonche, en circo para el pueblo. En medio de la borrachera colectiva quisieron borrar de la mente de los ciudadanos las colas, el desabastecimiento, la escasez, la suciedad, la inseguridad, la falta de empleo y la pobreza. Pero, lo que sucede inevitablemente después de un exceso de fiesta es que aparece la resaca y nos duele más que al principio volver a la realidad ¿Cuánto les costó traer en Carnavales a artistas como Servando y Florentino, Los Cadilacs, Jhonatan Molly y la Dimensión Latina? ¿Es ese el dinero desviado para la rumba que debía invertirse en seguridad, vialidad, insumos médicos y limpieza de la ciudad? ¡Triste pero cierto!

Lamentablemente estamos gobernados por adultos que se comportan como adolescentes irresponsables con los recursos que se les dan. Exigimos que rindan cuentas de su gestión y de ese dinero porque nos DUELE Cumaná, no queremos más disfraces en el poder, quítense las máscaras y pónganse a trabajar que nuestro pueblo no los quiere ni en desfiles de comparsas, nuestro pueblo quiere gobernantes de verdad, quiere una gestión eficiente, nuestro pueblo quiere una ciudad segura, limpia, con empleos y educación de calidad, con buenos centros de salud que estén equipados, con buena vialidad, con buenos espacios de esparcimiento, con buenas condiciones para el turismo, con grandes muestras de progreso y oportunidades para todos por igual. Nuestro pueblo quiere una ciudad de 500 años, no una ciudad que luzca como hace 500 años.

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