Coro, 27 de enero de 2015.- Por mucho, el 2015 será para Venezuela el peor año en lo económico y en lo social, pero puede ser -de las últimas dos décadas- el mejor año en lo político. Porque el 2015 puede ser el año donde los venezolanos asumamos que la responsabilidad ciudadana de participar en política no se limita a un día electoral. Y en un país como el nuestro, donde comprar harina o papel representan 8 horas de colas en el mejor de los casos, es evidente que el hartazgo que hoy siente la mayoría debe expresarse. Pero debe hacerlo con conducción, de forma reivindicativa y con agenda clara.

La tragedia que hoy vivimos es la consecuencia de 16 años de destruccción, de expropiación, de derroches populistas, de irrespeto a la propiedad privada, de importar y no producir, de gastar en lugar de invertir y de controlar todo sin administrar nada. Resultado: recesión, con la inflación más alta del mundo en un país que ya no es capaz de producir ni lo que come, y el Socialismo nos llevó a este desastre estando el precio del barril a más de $100, y ahora que debe lidiar con el barril a $40 no necesitamos ser economistas para saber que lo que nos aguarda es mucho peor.

El PSUV sabe que hoy es el rostro de las colas para comprar harina, que es el responsable de la improductividad de 3 millones de hectáreas expropiadas, que es el culpable de la inflación y de cada devaluación que ha sufrido cada familia venezolana, de cada electrodoméstico perdido en un apagón, el culpable del 90% de impunidad y del alza anual permanente de homicidios en pueblos y ciudades, urbanizaciones y barrios.

Una mayoría parlamentaria pesa más que una Presidencia, nuestro país no lo recuerda porque quienes hoy gobiernan han tenido hasta el presente año el control de la Asamblea Nacional y hace mucho tiempo que no sabemos lo importante que es la separación de poderes. Gracias a la separación de poderes, en los años 90s, aquí destituyeron a un Presidente por malversar 200mil dólares. En el presente, por culpa del secuestro de las instituciones sólo en el año 2013 y solamente en CADIVI se robaron 25 mil millones de dólares, y no hay un solo responsable, encarcelado, ni procesado.

El secuestro institucional actual es producto del retiro parlamentario opositor del 2005. Por eso hoy los poderes están al servicio de Miraflores y de espaldas a la gente. Como consecuencia de aquel error, en 2010 deformaron la distribución de los circuitos con el método gerrymandering y, a pesar de alcanzar la oposición el 52% de los votos apenas logró obtener el 40% de las diputaciones. Mientras esta situación siga así, siempre habrá ventajismo del Estado en favor del PSUV, la diferencia es que este año, si la participación es masiva, los votos opositores no serán ni 50% ni 52%; serán superiores al 60% traduciendo el descontento popular en una nueva mayoría parlamentaria que comience a legislar en favor de la gente y desmonte el sistema político-económico inviable que padecemos hoy.

El gobierno está al tanto de esto, y por eso tratará de desmoralizar y abusar de su dominio comunicacional más que nunca. Pero el 2015 no será para repetir los errores que tanto le han costado a los venezolanos, al contrario, 2015 será el año para alzar la voz y decir BASTA en cada espacio. Nuestro país ya ha perdido demasiado, y en medio de la crisis más grande, sobran las razones para unirnos y salir juntos del abismo.

El 2015 es una oportunidad de oro, no la dejemos pasar.