Petare, 12 de noviembre de 2014.- ¿Hablar sobre el derecho a la propiedad en Venezuela? Para muchos se ha convertido en un temido dolor de cabeza, y es que pese a que la Constitución de nuestra República lo garantiza, en la práctica el socialismo del siglo XXI y la propiedad privada parecieran no llevársela muy bien.

En el municipio Sucre del estado Miranda, la situación es muy diferente. Con la reciente aprobación de la Ordenanza de Regularización de Tenencia de Tierras “Mi Propiedad”, una iniciativa del alcalde, Carlos Ocariz, vecinos de Petare, Mariche, Caucagüita, La Dolorita y Leoncio Martínez podrán obtener la titularidad de sus terrenos, después de décadas de espera. Un reglamento con el que nuestro mandatario local pretende convertir a 110.000 sucrenses en propietarios de sus tierras.

El artículo 115 de la Carta Magna lo dice claríto: “Toda persona tiene derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes”, y eso es precisamente lo que estamos garantizando en el municipio Sucre. ¡Un sueño hecho realidad! Una muestra de voluntad y ganas. De trabajo en equipo.

Desde ahora quienes tengan la documentación de sus tierras podrán vender su casa, dejarla en herencia a sus hijos y hasta pedir créditos bancarios para mejorarla. Serán propietarios de su hogar. Y eso se llama progreso.

No se trata de promover invasiones, sino de reivindicar a nuestro pueblo. De otorgarle la titularidad a aquellas personas que tienen más de 10 años viviendo en terrenos del municipio. Como ocurrió con la señora Mercedes Garrido. Ella vive en el sector 24 de Marzo de Petare, y luego de 47 años es dueña de sus terrenos. “Esto es un sueño hecho realidad. Ahora si puedo decir que soy propietaria del espacio en el que he vivido desde que tengo uso de razón. Estoy agradecida con Dios, y con mi alcalde, Carlos Ocariz. Ahora si tengo que ofrecerle a mis hijos”.

Ahora bien, si un municipio con pocos recursos, sin apoyo gubernamental y además amenazado por el Gobierno central, puede ofrecerle un mejor futuro a la señora Mercedes y miles de vecinos, ¿cómo es que la “Revolución bonita” no puede hacerlo?

Solo hace falta creer en la propiedad privada señor Maduro, y en el crecimiento de nuestra gente. En la satisfacción de poder tenderle la mano a un pueblo para que pueda ser dueño de su futuro; para que pueda “hacer uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes”, como lo garantiza nuestra tan “alabada” Carta Magna.