El Hatillo, 3 de noviembre de 2014.- Una de las principales razones de la poca calidad de vida de nuestro pueblo es el mermado salario que percibe mensualmente, que no le alcanza para cubrir las necesidades básicas de la familia. La canasta básica supera ampliamente el valor de lo que un trabajador promedio puede percibir, condenando a la familia a una pobreza real en su poder adquisitivo y eliminando su capacidad de ahorro.

En los últimos días se ha abierto una discusión en el país por el aumento recibido por el sector militar, ante esto lo primero que hay que señalar es que el problema no es que los militares o cualquier sector de la sociedad reciban un aumento, el problema realmente radica en la desigualdad y hasta casi en la discriminación con que se aplica. Lo segundo es que sin duda alguna el Presidente le ha pretendido dar un manejo político a este aumento que más que favorecer la imagen de la FANB la perjudica, ya que nuestro pueblo la empieza a ver como una clase privilegiada.

Un gobierno serio debe generar una escala salarial no sólo que esté acorde con el grado de complejidad e importancia del oficio, sino que además debe garantizar que el mismo está a la altura de la inflación y valor de cambio del mercado para permitirle al venezolano satisfacer sus necesidades y tener capacidad de ahorro, ya que sin eso no se puede progresar.

Este socialismo que vivimos sin duda ha dado un golpe mortal al salario del trabajador venezolano, ya que no importa cuántos aumentos puedas dar en un año, si por otro lado destruyes la economía llevándola a una profunda crisis que termina desintegrando el salario del venezolano. El problema sin duda es el modelo, y eso debe cambiar, debes avanzar hacia un país donde el venezolano tenga la solidez económica suficiente para emprender un camino hacia el progreso, de lo contrario seguiremos sumergiendo al país en el laberinto de la pobreza. ¡Unidos podemos cambiarlo!