Falcón, 14 de septiembre de 2014.- Desde muy pequeños siempre nos han dicho que estudiemos para que garanticemos nuestro futuro, para que tengamos éxito en la vida, que nuestro conocimiento y actitud nos llevará lejos, pero hoy en Venezuela nos surgen muchas interrogantes.

¿Vale la pena estudiar en un país donde no valoran tu conocimiento? ¿Hay las oportunidades para crecer en Venezuela? ¿Por qué nuestros amigos se van del país? ¿Por qué mueren tantos jóvenes en manos del hampa y nadie hace nada por salvarnos? ¿Existes políticas públicas que vayan destinadas a los jóvenes?

Todas estas preguntas nos las hacemos a diario los jóvenes venezolanos con mucha incertidumbre acerca del futuro.

Hace un mes estuve conversando con una amiga que con lágrimas en los ojos me decía que su mejor amiga se había ido a Uruguay porque aquí en Venezuela no tenían oportunidades ni ella ni su familia, dejando su carrera casi terminada acá en Venezuela, ¿Acaso vamos a seguir permitiendo que nuestros problemas se resuelvan en Maiquetía?

En 2013 murieron casi 25.000 venezolanos a manos de la violencia y aproximadamente 60% de víctimas y victimarios son jóvenes entre 15 y 30 años de edad. Suena increíble, pero nos da miedo hasta salir a la universidad porque no sabemos si regresaremos vivos a nuestras casas, y si nos provoca salir un sábado a distraernos, le provocamos un gran insomnio a nuestras madres, quienes sentadas en el sillón esperan hasta la hora que sea para vernos entrar por la puerta sanos y salvos, aunque esto a veces no sucede así, esta realidad la sufren jóvenes de clase media y jóvenes de los sectores populares, nadie se escapa de esta problemática.

En los últimos años la matrícula de estudiantes en las universidades venezolanas ha aumentado, pero ¿Existe calidad en esta educación?, todos los jóvenes hemos escuchado “Este sábado hay marcha en Caracas y vale 2 puntos en la materia”, esto se vive día a día en nuestras entidades educativas en donde la política de un partido que pretende controlar todo, entró para adoctrinar a los estudiantes y quien no piense como ellos es expulsado por ir en contra del proceso revolucionario.

Las oportunidades que tiene un joven venezolano de independizarse son cada vez menos, ya que para poder adquirir un apartamento necesita 357 sueldos mínimo, esto para aquellos que tienen la fortuna de conseguir un empleo, ya que por las políticas públicas aplicada por el gobierno nacional, año a año cierran grandes empresas dejando una gran cantidad de desempleados y cada vez menos oportunidades. Nuestro futuro es cada vez más incierto, se nos extinguen las oportunidades de avanzar y progresar.

Hablar de juventud en Venezuela es imaginar automáticamente un chamo en una fiestas todos los días, pero la realidad es muy distinta, los jóvenes pasamos noches sin dormir para poder salir bien en el examen que tenemos al otro día, los jóvenes sufrimos cuando nos graduamos y nadie nos da la oportunidad de tener nuestro primer empleo, hoy vemos ingenieros “taxiando”, abogados vendiendo perros calientes y licenciados matando tigres dando clases por hora, necesitamos un gobierno que nos brinde oportunidades de progresar para todos por igual, y que le garantice el futuro a los jóvenes, porque hoy nuestro futuro se está extinguiendo.

Los partidos políticos deben dar ejemplo de lo que exige Venezuela, la política tradicional quedo a un lado, y el 12 de Febrero del 2012 nuestro país habló y se decidió por la juventud y nosotros debemos dar un paso al frente y no permitir que se nos extinga el futuro, llegó la hora de construir esa Venezuela que merecemos, que soñamos y sabemos que es posible.