Caracas, 28 de julio de 2014.- Que la detención del general Hugo Carvajal pueda convertirse en la onda inicial del terremoto que amenaza sacudir los cimientos del PSUV, no nos cabe ninguna duda, porque entendemos que, así como agrupa a auténticos gorilas que al estilo Cabello intenta echarle tierrita a todo cuanto feo y oscuro pueda percibirse dentro del régimen, también existen dentro de ese partido personas que, aun cuando defienden ideologías fracasadas de los siglos precedentes, son poseedoras  de convicciones morales.

De repente podrían contarse con los dedos quienes propugnan una conducción de los destinos del país de manera escrupulosa, entre los que se suele mencionar al exministro Héctor Navarro, persona que ha sido prácticamente quien ha encendido la mecha del polvorín a punto de estallar; pero lo cierto es que, como comenté en mi anterior entrega, el “sacudón” viene  desde las propias entrañas del monstruo y eso no lo para nadie, ahora con los nuevos elementos que se aportan con la captura del ex curruña de su tocayo Chávez.

Porque, independiente de la tirria que existen entre los poderes de Estados Unidos y Venezuela, está de por medio un problema de credibilidad y, en ese asunto,hay alguien que tiene la razón y otro, que está muy lejos de ello; pero, como también hemos comentado en anterior oportunidad, ¿podemos creer los venezolanos en la palabra del gobierno?

A quién le creímos, por ejemplo, cuando aquel hombre Eladio Aponte Aponte, elevado por el chavismo al Tribunal Supremo de Justicia como Presidente de su Sala Penal, en su huida a los Estados Unidos por temor a las amenazas de quienes compartieron desde pocos momentos antesmarramuncias con él,denunció  desde su exilio la subordinación directa de esa alta instancia a la jefatura gubernamental  de Chávez, en complicidad con la propia Fiscalía, para manipular juicios y acusary someter a prisión a los adversarios políticos del régimen que aún se mantienen presos, como es el caso de Iván Simonovic.

¿Acaso era mentira, y es mentira que ya desde el año 2008 autoridades del Departamento del Tesoro de Estados Unidos viene acusando a Carvajal de colaborar con las actividades de narcotráfico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), junto a Henry Rangel Silva, ex ministro de Defensa yal actual gobernador del estado Guárico y ex ministro de Relaciones Interiores, Ramón Rodríguez Chacín?

No amigo, eso es viejo, y no creemos que, por parte de las autoridades estadounidenses se trate de ninguna “cortina de humo” como las que, consuetudinariamente, se acostumbran utilizar en nuestro país desde los últimos 15 años, para cubrir durante los escándalos que afloran, por la cadena de vicios y manejos dolosos que arruinan el tesoro público y minan la credibilidad internacional de la nación.De nada valdrá, para la opinión pública de Venezuela, que Maduro y Cabello consideren una “carvalajada” lo de los gringos, pues ya los venezolanos hemos aprendido a vacunarnos contra manipulaciones.

Es por ello por lo que insistimos, una vez más parodiando al ex presidente Luis Herrera, “vayámonos poniendo  las alpargatas, porque lo que viene es joropo”, y no nos debe agarrar con la pata hinchá. El terremoto está “a tirito”, y esta onda telúrica en, forma de sacudón, no la podrán parar los defensores del régimen con abusivas cadenas ni con inauguraciones chimbas.