Caracas, 16 de julio de 2014.- Nuevamente en los últimos días hemos visto cómo empiezan los ataques hacia la Mesa de la Unidad y a sus actores, una suerte de paredón de fusilamiento donde algunos sienten más autoridad moral que otros para atreverse a tirar la primera piedra. Casualmente estos ataques renacen luego del fracaso de la tesis de "La Salida", que más allá de una discusión infinita sobre su pertinencia o no, nunca logró conectarse con las grandes mayorías del país, que son al final las que tenemos que sumar para lograr cambiar a Venezuela. 

Ahora se vienen con el cuento de la Constituyente como tesis "invencible" para lograr lo que no se logró con su llamado a "La Salida", ante esto me surgen varias opiniones, la primera sin duda es la de tener aún fresco el recuerdo de Chávez en el 98 prometiendo que la Constituyente sería la solución absoluta de los problemas de los venezolanos, quedando a la vista los resultados de este proceso; en segundo término cambiar la Constitución no es necesariamente un paso previo para cambiar de gobierno; en tercer término y para mí el más importante, es que este proceso pasa por el control del CNE, que aún sigue vencido y debe ser sustituido. 

El esfuerzo de nosotros en la oposición debe estar centrado primero en cambiar al ente electoral, no podemos como oposición empezar a hacer llamados a una Constituyente creyendo que solo con recoger firmas y convocarlas ya el trabajo está hecho; aquí hay que trabajar por lo importante que es organizar a la gente y darle sentido a la lucha, el creer que enarbolar primero una bandera solo por buscar reconocimiento personal es el camino volverá a llevar al país a los derroteros de febrero , hoy más que nunca unidad.