Caracas, 05 de junio de 2015.- El pasado 25 de mayo, los pueblos de dos ciudades distantes pareciera que por arte de magia se pusieron de acuerdo para al unísono enviarnos a propios y extraños un contundente mensaje que estoy seguro que aún retumba en cada rincón de las instituciones que haciendo uso inconstitucional de sus funciones se confabularon para burlar el mandato popular que recibieron los alcaldes Scarano y Ceballos el pasado 8 de diciembre en sus respectivos municipios.

Estábamos plenamente seguros del triunfo de las candidatas de la unidad, ya que tanto San Diego como San Cristóbal, son municipios que tienen una votación histórica mayoritaria a favor de las fuerzas que representamos el progreso, sin embargo teníamos dudas de cómo iba a ser el nivel de participación y de cuánto iba a ser el margen de ventaja entre las candidatas de la MUD y los candidatos del PSUV.

Las dudas estaban fundamentadas en los antecedentes de la elección, es decir se trataba de elecciones que se celebrarían con ocasión de la inconstitucional destitución y prisión de los alcaldes reelectos en medio de una intensa jornada de protestas en ambos municipios. En San Cristóbal, Fernando del Rincón es ahora más conocido que cualquier periodista criollo. 

Ante este cuadro no fueron pocas las voces que recomendaban el camino de la abstención bajo la tesis de que votando "se convalidaba" la destitución y prisión de Enzo y Daniel, promoviendo una especie de "Guarimba Electoral" y que en Venezuela no hay salida electoral y por tanto no se podía participar.

La MUD responsablemente tomó el camino correcto y decidió participar con toda la fuerza en ambos procesos, haciendo del voto un mecanismo poderoso de respaldo a los alcaldes presos y a la vez llamó a votar masivamente de protesta para rechazar la burla que significa el derrocamiento de los alcaldes que el pueblo legítimamente se dio el 8 de diciembre.

La gran noticia no fue el triunfo cantado de Rosa de Scarano y Patricia de Ceballos, dignas representantes de la dignidad y ejemplo claro de lucha y compromiso democrático, sino la calidad de esas victorias que vinieron acompañadas de una participación similar a la del 8 de diciembre (60 por ciento aproximadamente) y además en término de número de votos y porcentaje de diferencias a favor ambas candidatas recibieron un respaldo superior al obtenido por sus esposos el pasado 8 de diciembre. En el caso de San Diego con el 87.79% de los votos (12.55% más que el 8D) y en San Cristóbal con el 73.24% de los votos (6% más que el 8D).

San Diego y San Cristóbal dieron una lección histórica de cómo un pueblo no se doblega frente al poder y nos demostraron que la salida es luchar y votar!!!