Caracas, 28 de mayo de 2014.- Las cifras de los homicidios en Venezuela resultan alarmantes para cualquier nación, y es que durante quince años, representantes del Gobierno han tomado como bandera los grandes planes que han llevado a cabo en materia de seguridad para disminuir con estas cifras que han enlutado a más de una familia venezolana.

Sólo en el 2013 más de 200.000 mil muertes violentas fueron noticia. En lo que va de año las cifras siguen despertando las alertas de todos los que hacemos vida en este país, tan sólo en los cuatro primeros meses del 2014, 4680 cadáveres entraron a la morgue de Bello Monte, demostrando una vez más que las políticas públicas ejercidas por el Gobierno Central  no han tenido resultados positivos.

El tema de La seguridad, pese a que por primera vez en la historia pasó a ocupar un segundo plano en los problemas de los venezolanos, es algo que nos afecta a todos por igual e inquieta y preocupa a los que hacemos vida en este país. Los índices delictivos han aumentado a pasos agigantados golpeándonos sin discriminación alguna.

A principios de años la trágica muerte de Mónica Spears y su esposo obligaron al Gobierno a trabajar mancomunadamente con los Gobernadores y Alcaldes de la oposición para crear acciones que buscaran acabar con la grave crisis de seguridad que viven los venezolanos, a pesar de los esfuerzos que se hicieron en esta materia los resultados no han sido los esperados.

Muy por el contrario, el aumento de hechos violentos nuevamente está marcando historia. Tan sólo en los meses de Abril y Mayo asesinan a un escolta presidencial,  a un camarógrafo de prensa presidencial, a un agente del SEBIN del Edo. Vargas, asesinan  al productor del Humorista Moncho Martínez, consiguen el cuerpo del ex campeón de Boxeo Antonio Carmeno, el del presidente del Concejo Municipal de Libertador, Eliecer Otaiza, además del trágico caso de los ciclistas del Ávila.

Lamentablemente ninguna acción tendrá resultado mientras el índice de impunidad supere el 90% de los casos, mientras que el país no tenga espacios acordes para albergar a esta población o sencillamente, mientras que sigamos teniendo este sistema judicial.

El cambio seguirá estando en manos de los que hoy gobiernan a Venezuela, no pueden seguir tapando el sol con un dedo y desviando la atención, porque los problemas más serios que tenemos como país se basan en la ineficiencia de aquellos que no quieren un mejor porvenir. El momento llegó, el despertar de un pueblo y de una nación que quiere un país de progreso, respeto, inclusión, pero sobre todo de seguridad, porque nuestro derecho como seres humanos es el respeto a la vida y como venezolanos el derecho de luchar por un país mejor para que Venezuela se convierta en una patria segura.