Caracas, 22 de mayo de 2014.- En estos últimos días hemos escuchado todo tipo de diagnóstico acerca del estado del diálogo y su temperatura, desde algunos sectores se ha dicho que se encuentra congelado, otros como el propio presidente Maduro han dicho que está más caliente que nunca ya que está en desarrollo, y otros, quienes han dicho que no está "ni frito ni congelado sino que pasa por una etapa", en resumen el diálogo sin duda, luego de todos estos diagnósticos, en lo menos que podemos coincidir es que no anda bien.

El secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, señaló que el diálogo con el Gobierno continúa suspendido y no se reiniciará de no tener una respuesta del Ejecutivo que indique que están dispuestos a mostrar resultados de los requerimientos que se han venido planteando, e hizo especial énfasis en la situación de los estudiantes detenidos a quienes aún no se les ha hecho juicio, y así también a todos los demás presos políticos que piden una medida humanitaria desde 2002.

Y es que sin duda a estas alturas de la profunda crisis que vive nuestro país ya no son suficientes las promesas y hacen falta acciones. El Gobierno deberá demostrar ahora con hechos concretos que tan comprometido está con el diálogo. Si el diálogo es verdaderamente una herramienta permanente para la convivencia de todos o por el contrario la palabra diálogo es como el extintor de incendio que solo se usa en caso de incendio y luego se desecha.

Cancilleres

Como bien sabemos el proceso de diálogo está siendo acompañado por los cancilleres de Colombia, Ecuador y Brasil así como del Nuncio de su Santidad quienes estuvieron durante los últimos días realizando esfuerzos importantes para que se retome el diálogo.

Pero ningún esfuerzo tendrá resultado si el Gobierno no demuestra, que su compromiso con el diálogo no es solo en palabras sino con hechos concretos, así como la unidad asumió responsable y valientemente la decisión de dialogar a pesar de no pocas presiones en contra, de igual manera debe el Ejecutivo asumir las consecuencias que el diálogo tiene y con valentía igualmente arrinconar a las voces radicales del oficialismo que constantemente tirotean el diálogo. 

Creemos que se equivoca el Gobierno pensando que al no dar soluciones rápidas a todos los problemas gana tiempo, más bien, pierde tiempo él y por tanto lo perdemos todos los venezolanos, además por la vía de la imposición, ningún problema de Venezuela ha sido resuelto, y al contrario, todos se han agravado y han aparecido problemas nuevos.