Caracas, 14 de mayo de 2014.- Mucho ha hablado el gobierno nacional en los últimos meses de complots, de golpes de Estado, de presuntos planes para derrocar al gobierno, pero sin duda no solo ninguna de estas acusaciones ha sido demostrada sino lo que es peor aún, es que han sido utilizadas para perseguir a los líderes de la oposición y aumentar brutalmente la represión en las calles.

La verdadera desestabilización de la que el gobierno no habla, pero que nos está afectando a todos, tiene como principal elemento a la inseguridad que se ha cobrado la vida de más de 4.000 venezolanos en lo que va de año, la crisis económica y la escasez que tiene al país entero haciendo colas interminables para poder comprar lo poco que le alcanza con el mermado salario de nuestro pueblo, la corrupción de los altos funcionarios del Estado que está destruyendo la dignidad de la república y robándole los recursos al pueblo, la impunidad que hace del sistema judicial un paraíso para los delincuentes, el problema carcelario que aniquila la esperanza de rehabilitación a quienes han cometido delitos; en fin, un país sumido en una profunda crisis de toda índole que el gobierno calla y que sin duda genera la mayor desestabilización que nunca hayamos conocido y que nos tiene padeciendo a todos los venezolanos por igual.

Venezuela necesita de un gobierno que hable menos y que haga más, que deje de inventar historias y resuelva los verdaderos problemas de todos los venezolanos; ya basta de una cúpula de enchufados que juegan con la esperanza y la vida de nuestro pueblo, ellos son los únicos responsables de esta debacle que hoy en día se llama Venezuela. ¡O esto cambia o revienta! No hay otra opción.