Cumaná, 24 de abril de 2014.- “No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer”, contundentes y ajustadas palabras del General José Félix Ribas, dicha entre jóvenes pero anhelantes de ser Patriotas en su misma Patria frente a un sistema opresor, colmado de odio. Este es el primer indicio de una juventud rebelde, pero ¿rebelde a qué? Comprometida y organizada para lograr un cambio en nuestro país, la fundación de un sistema libre para todos los venezolanos en aquel momento bajo la opresión española. Desde tiempos remotos, se denota la gallardía de los venezolanos, una sociedad audaz y capaz de ser naturalmente auténticos.

Pero, ¿hacia dónde debe transitar nuestra juventud?

Sobre la mesa, este punto genera inmediatamente controversia y coyunturas de criterios, por tal motivo, requiero entonces puntualizar. Esos cientos de jóvenes decidieron defender su casa de estudio, la cual por las acciones de un Régimen, estaba siendo violentada. Es substancial enfatizar que impulsaron un cambio democrático ante un Poder Totalitario, mediante el movimiento estudiantil que emergió en todos los rincones del país, impulsando el voto y la defensa definitiva del mismo, apoyados en la protesta pacífica que logró generalizarse a nivel nacional en todas las poblaciones, tanto por su originalidad como por el deseo ferviente de un pueblo sumido en la desgracia totalitaria; cabe destacar que dicho Régimen solía vencer por mayoría del 90% de los votantes en sus procesos electorales viciados, con todo el ventajismo que un totalitarismo representa. Es entonces el Movimiento Estudiantil de nombre OTPOR en la Serbia del año 2000, el mismo que hoy sirve de inspiración en forma trascendental a todos los jóvenes del mundo, cuyos gobiernos alguna vez se atrevieran a violar los derechos sociales juveniles que por naturaleza y Ley les corresponde.

¿Qué debemos exigir como estudiantes?

Tenemos 15 años de ineficiencia, un Gobierno inescrupuloso, sumido en medidas corruptas que genera una sociedad corrupta, empobrecimiento económico y social en todos los estratos de la ciudadanía, acompañado con el trago amargo de la inseguridad que a diario desborda nuestras ciudades, sin mencionar los esfuerzos en afianzar un sistema económico fracasado, que dista de arreglar los problemas a los jóvenes de todo el país.

Hoy son más de 800.000 jóvenes quienes viven en desempleo, sin obviar aquellos que por las acciones del Régimen, se profesionalizan y dedican su vida en otra labor que ni asemeja a esos años de estudios superiores.  A 1 año y tantos días de Gobierno desgobernado Nicolás, te pregunto, ¿dónde quedaron los sueños de millones de jóvenes? Para ti Nicolás jamás existirá: Ley Primer Empleo y Plan para Jóvenes Emprendedores, ¿Por qué Nicolás? Más allá de toda razón, son 15 años de un Gobierno IRRESPONSABLE para con los jóvenes del país, 15 años de promesas propagandísticas, cientos de universidades sumergidas en miseria, programas estudiantiles que no bastan para las exigencias de una Venezuela inflacionaria y sin recursos.

Hoy como estudiante he de sentirme indignado, ante un gobierno ineficiente y poco inteligente que mantiene a nuestro estudiantado nacional sumido en desgracia, sin oportunidades visibles para prosperar, a la deriva de la buena suerte, tal como un papel al vacío.

¡HOY NOS SOBRAN RAZONES PARA PROTESTAR!

Si la Democracia se consolidó frente al Totalitarismo de Slobodan Milósevic, entonces hoy debemos rescatar con fervor a nuestra sociedad, restituir el estado de derecho, mediante la organización de protestas contundentes y pacíficas a nivel nacional, unión en todas las comunidades para lograr el cambio, recordando ese 2007 donde la juventud fue principal engranaje en un proceso decisivo para el país. Hoy debemos vencer las barreras de lo inimaginable, combinar nuestras cualidades para construir una Venezuela diferente, bajo mi humilde criterio, esa es la salida.

Que nuestra lucha sea cívica pero con gallardía, estableciendo contactos con todos los jóvenes del país, tal y como sucedió en Serbia, el cambio será democrático y electoral, pero necesario es demostrar al Gobierno que somos una fuerza indetenible, que el Movimiento Estudiantil se respeta, históricamente ha sido así y siempre lo será.

¡Fuerza, mi Venezuela, a seguir construyendo!