Alejandro Vivas: No es nada más salir de donde estamos, sino llegar a donde queremos


Caracas, 27 de marzo de 2014.- Todos estamos de acuerdo en que “la rueda” del gobierno se trancó. Económica, social y hasta políticamente esto no da pa´mas. Urge un cambio, no de presidente, si no de gobierno y de sistema. Pudiéramos también estar de acuerdo en que para generar un cambio de este tipo en una época no electoral (lo cual no le quita su constitucionalidad) se requiere de una presión suficiente como para que aquellos que detentan el poder entiendan que tienen que apartarse y dar paso.

Pero para que esta presión sea “suficiente” tiene que haber “masa crítica”; es decir, que ese movimiento sea suficientemente grande en su tamaño y en su intensidad, y en una sociedad como la nuestra, en donde las diferencias, lamentablemente, son todavía muy grandes, no podemos hablar de un movimiento “grande” y mucho menos “mayoritario” si no involucramos a esos sectores más necesitados que pasan del 70% de la población.

 Esta primera fase de protestas pacíficas han tenido el éxito de haber concientizado a un sector de nuestra sociedad, y aunque la violencia y la radicalización nos han alejado diametralmente de los sectores más necesitados, todavía estamos a tiempo de ir a su encuentro, y más que “sumarlos” sería SUMARNOS a la gran protesta social y cívica que traiga el desenlace a esta crisis que tanto anhelan los venezolanos.

 Digo que estamos a tiempo porque las necesidades y las vicisitudes que pasan nuestros hermanos en los cerros de Caracas o en las barridadas del interior son mucho mayores de lo que se pueda imaginar.

 Nadie puede estar contento luego de hacer 4 horas de cola para que finalmente le digan que se acabó el pollo y que debe volver al día siguiente, o esperar a que lleguen las “bombonas” para hacer 5 horas de cola y terminar pagando 100 bolos cuando están reguladas a 3,50. Nadie está feliz cuando los precios de Mercal suben el200% y 300%, o que después que el gobierno se llenara la boca anunciando una ley de “Precios Justos”, se haga ahora la vista corta ante el aumento de los productos “regulados”. En conclusión, nadie puede estar haciendo una fiesta cuando con lo que gana ahora puede comprar menos de la mitad de lo que compraba hace un mes.

 La clave está en como articulamos este proceso en esos sectores de nuestra sociedad, para construir un gran movimiento social de base, que sea el dinamizador del cambio, entendiendo que no hay un “único método” de lucha y que mucho menos esos métodos utilizados hasta ahora (los pacíficos) son exportables a esos sectores. El reto entonces es poder convencer a ese sector de la sociedad que ya esta “convencido” a que nos acompañe a hablarle a la Venezuela profunda para que todos veamos que al final estamos “en lo mismo”.

En Primero Justicia hemos adelantado un programa para que los ciudadanos activos de la clase media caraqueña, se anoten de voluntarios para ir a hacer “casa x casa” y asambleas en los sectores populares de Petare y Libertador y así llevar el mensaje y sumar!.

Algunos me reclaman que esa es la “forma larga”, yo les respondo que la UNIDAD es un equipo de fútbol en el que cada uno juega una posición; el portero, los defensas, los medios y los delanteros tienen funciones distintas, pero todos apuntan al mismo objetivo. En Primero Justicia asumimos que nuestra función y sobre todo nuestra obligación es internarnos en los sectores populares y construir un movimiento de base social, y ya lo estamos haciendo. ¡ACOMPAÑANOS!

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