Juan Carlos Caldera: Los retos del 2014


Caracas, 02 de enero de 2014.- No pocas veces hemos insistido desde esta tribuna por años en la necesidad del diálogo como mecanismo político y social para superar la crisis que tiene nuestra Venezuela, muchas veces a riesgo de ser interpretado como débil.

Como bien lo dijo el gobernador Henri Falcón, en la inédita reunión celebrada en Miraflores entre el Gobierno Nacional encabezada por el presidente Maduro y los alcaldes de la Alternativa Democrática, dialogar no es debilidad sino todo lo contrario es un ejercicio de mucha fortaleza y madurez política. Recuerdo todo esto porque yo diría que el gran desafío que todos tenemos -gobierno y oposición- es hacer del diálogo una política permanente. 

Eso no quiere decir que se acabaron los encendidos debates en la AN con muchas estridencias y no pocas ofensas por parte de algunos, o que el Gobierno deje de hablarnos mañana, tarde, noche y madrugada del Plan de la Patria y nosotros hagamos legítima y contundente oposición, de lo que se trata para parafrasear a un buen amigo es de buscar mediante el diálogo un mecanismo para "regularizar la contienda" y así frente a la profunda crisis económica y política que tenemos, construir unos acuerdos mínimos para el bien de todo nuestro pueblo.

En términos concretos, el diálogo más allá de la etapa retórica se debe ir a hechos concretos que sean contundentes para derrotar aquellos que desde ambos sectores como por ejemplo, en primer lugar crear los mecanismos para el trabajo coordinado de gobernadores y alcaldes de la alternativa democrática con el gobierno nacional. No es posible que altos funcionarios del gobierno nacional no reciban a funcionarios públicos electos por el pueblo solo por el hecho de ser opositores o que no tramiten o nieguen solicitudes solo por esa razón. 

En segundo lugar sin duda es el diálogo en la AN para el nombramiento del comité de postulaciones para la renovación de las poderes públicos cuyos periodos están vencidos, entiéndase CNE, CGR, TSJ, no me refiero a un acuerdo de reparto de magistrados y rectores, sino de llevar adelante una gran consulta nacional que concluya en la conformación de unos poderes públicos al servicio de todo nuestro pueblo y no de una parcialidad política.

Por último y no por menos importante, al momento de escribir estas lineas aun la inmensa mayoría del país espera una medida humanitaria a favor de Iván Simonovis y muchos otros compatriotas que se encuentran en prisión o en exilio. Esta medida más que una muestra de diálogo sería una muestra de humanidad que diría es un elemento que debe tener todo aquel que crea en el diálogo. Feliz Año 2014 y siempre recuerden que no hay nada que por muy difícil que parezca juntos todos no podamos superar.

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