Caracas, 31 de octubre de 2013.- 2013 ha sido uno de los años más difíciles en la historia de nuestro país. La muerte del expresidente Chávez, lo ocurrido en las elecciones del pasado 14 de abril, la preocupante crisis económica y los ataques a la libertad de expresión, son algunas de las situaciones que más nos han afectado como pueblo.
Sin embargo, este año también se ha caracterizado por ser particularmente difícil para los diputados a la Asamblea Nacional de la Alternativa Democrática. Legisladores como Julio Borges, María Corina Machado y William Dávila sufrieron agresiones físicas dentro del hemiciclo de sesiones del Poder Legislativo.
En diversas ocasiones, personeros del gobierno han asegurado que buscarán allanar la inmunidad parlamentaria de los diputados María Corina Machado y Juan Carlos Caldera, tal y como ya hicieron con Richard Mardo. De hecho, avanza el caso de Caldera y también accionan contra María Aranguren, representante de Monagas.
De plano, manifestamos nuestra absoluta solidaridad con Machado y Caldera, pues cabe destacar que ambos, aparte de ser excelentes parlamentarios, fueron electos con los votos del municipio Sucre. La primera en la parroquia Leoncio Martínez en un circuito compartido con Chacao, Baruta y El Hatillo, mientras el segundo en Petare.
Otro caso es la prohibición de darle el derecho de palabra a la zuliana Nora Bracho. Viendo estas situaciones, uno recuerda a algunos pesimistas cuando dicen que la oposición no tiene liderazgo, ni guáramo. ¡Caramba, tener que aguantar todo esto requiere de muchos pantalones!
Es admirable la lucha que llevan nuestros diputados a pesar de tantas dificultades. No es sencillo ser blanco de ataques en todo momento. En vez de buscar soluciones a los problemas del pueblo, algunos en el oficialismo se ocupan es de hacerle la vida de cuadritos a sus oponentes.
La verdad es que nuestros diputados de la Unidad han tenido que enfrentar situaciones sumamente adversas. A muchos de ellos, se les busca ridiculizar en el parlamento, metiéndose incluso con sus vidas privadas. En vez de legislar para aprobar la Ley del Primer Empleo y del Impulso a la Producción Nacional, los diputados oficialistas dedican sus horas para atacar a la oposición.
Un país en el que haya tanta confrontación y persecución no podrá haber progreso. Todos unidos debemos rechazar las malas prácticas que promuevan la discriminación y el clasismo.
Un ataque a uno, es un ataque a todos. Las fuerzas de la Unidad se mantienen cohesionadas en torno a la aspiración de construir un país lleno de Paz e igualdad de oportunidades. Puede que haya divergencias dentro de la MUD en torno a algunos tópicos, pues a fin de cuentas, somos Demócratas y creemos en la pluralidad, pero cuando se trata de defender la Justicia, cerramos filas.
En lo particular, estoy convencido que la confrontación y la descalificación no son las mejores maneras de enfrentar a un oponente, sino más bien trabajar más y mejor que él. La pregunta pertinente ante esta coyuntura es: ¿A qué obedece que hayan tantos ataques en contra de la Unidad? Es sencilla la respuesta: ¡Ya somos mayoría!
El camino continúa. Debemos redoblar esfuerzos en nuestra lucha. Apegados a la Democracia, tenemos que seguir hablándole al Pueblo del país que es posible hacer realidad con mucho trabajo y empeño.
Viene otra campaña electoral y con ella, la oportunidad idónea para que los líderes se acerquen a la gente con más fuerza. Ante las dificultades de masificar un mensaje en los medios de comunicación que existen en la actualidad, los dirigentes deben profundizar el contacto directo con la gente. No hay que desaprovechar el chance.