Caracas, 18 de octubre de 2013.- Ninguna fuente oficial lo ha asegurado, pero mucha gente considera que el Gobierno podría estar interesado en promover la suspensión del proceso electoral municipal pautado para el 8 de diciembre, en vista de sufrir una posible derrota como consecuencia de las malas políticas empleadas para solucionar los problemas económicos y políticos presentes en Venezuela.
Hasta el momento, la mayoría de las elecciones se han dado en su momento. La excepción podrían ser estos comicios municipales, que iban a ser originalmente a principios de 2013, pero debido a la muerte del expresidente Chávez y a las presidenciales del 14 de abril, se postergaron para finales de año.
Ojalá que el Gobierno y el Consejo Nacional Electoral no quieran hacernos una mala jugada. Los venezolanos quieren participar en esta elección con 2 propósitos: el primero es escoger líderes locales que trabajen en la solución de sus problemas comunitarios y el segundo es demostrarle al gobierno central con votos, que la mayoría del país repudia el desastre económico, la inseguridad y el desempleo que reina en Venezuela.
¿Cuál es un posible escenario al que le teme el oficialismo? Quizá el Gobierno gane mayor cantidad de alcaldías, pero la oposición podría alzarse con la mayoría en el voto popular nacional y conquistar los gobiernos locales de las capitales de los estados de nuestro país en los que habiten más personas.
Es por ello que no debe adoptarse la abstención como camino y retroceder, pues el 8 de diciembre puede convertirse en una fecha trascendental para nuestro país en la que los venezolanos demostremos mayoritariamente que no compartimos el camino de atraso por el que llevan a nuestra patria, sino por el contrario, exigimos un cambio para bien en el que haya progreso para todos igual.
Con nuestro voto, tenemos la posibilidad de dejar claro un mensaje de rechazo a la confrontación que se promueve, por ejemplo, desde la Asamblea Nacional. En vez de legislar en favor de resolver los problemas del pueblo, se persigue a la disidencia y hasta se les castiga con golpes no solo físicos, sino morales a nuestros diputados, que a fin de cuentas, son la voz del pueblo.
Aparte de conquistar nuevos espacios y demostrar con gestión que es posible gobernar con inclusión y eficiencia, es necesario preservar las alcaldías ya conquistadas en 2008, que son varias y sumamente importantes. Para la Alternativa Democrática es clave mantener la Alcaldía Metropolitana con Antonio Ledezma, quien es garantía de democracia.
Son momentos cruciales para Venezuela en los que debemos apoyar con determinación las fórmulas de la Mesa de la Unidad Democrática en todos los municipios de nuestro país. Lamentablemente, todo aquel opositor al Gobierno que en este momento se vaya por su lado, indirectamente beneficia al oficialismo. No es momento de vanidades, sino de pensar primero en el futuro del país.
En las elecciones de 2008, siendo la oposición mayoría en Valencia, no se obtuvo el triunfo debido a que había 2 candidatos en ese municipio. Lo mismo pasó en estados como Barinas y Bolívar. El caso más dramático fue Maracay, en donde Richard Mardo estuvo a 150 votos de ganar la alcaldía de Girardot, mientras otro aspirante opositor obtuvo 1.200 votos.
Situaciones como esas no pueden repetirse y es por ello que se hicieron primarias. Ahora, si alguien se lanza independiente por fuera de la unidad, el pueblo debe castigarlo con su indiferencia.
En los últimos procesos electorales, las altas votaciones de la tarjeta de la MUD evidencian el sentir de los venezolanos respecto a la unidad y a su necesidad frente a la situación actual. Hay que votar siempre ¡Sigamos adelante!