Roberto Álvarez Bucholska: Alimentos y otras pequeñeces insignificantes


Caracas, 03 de septiembre de 2013.- Revolución alimentaria, soberanía alimentaria, producción endógena, ¿y a qué se refieren con eso? Cuando escuchamos a los jerarcas del gobierno explicando estos términos, siempre hablan de que los venezolanos estaremos bien surtidos, y de productos venezolanos. Se supone que con esa intención hemos visto expropiaciones y nacionalizaciones al primero que se atraviese, sea una corporación multinacional o un abasto que tiene su espacio en un lugar donde al que manda se le antoja poner un negocio gobiernero.

Se ha convertido en un reto ir al supermercado y conseguir todos los productos que estás buscando, incluso si vas a Mercal. ¿Comprar todos los productos de consumo básico en un solo establecimiento el mismo día? Eso es mucho pedir a este gobierno que está muy ocupado en cosas mucho más importantes como la paz mundial, claro la mundial y no la venezolana, porque esa la causan los medios. Pero regresando al punto, eso de encontrar cualquier producto alimenticio es cosa del pasado, porque no debemos jamás olvidar que sí hubo una época en la que podías comprar lo que buscabas, y ya.

¿Entonces cómo es eso de la soberanía alimentaria? ¿No se trata precisamente de que todos podamos tener suficientes productos? Ah, claro, ya saldrán algunos a decir que ha aumentado el consumo y que hay más población, pero hasta donde yo recuerdo la población de Venezuela no hace sino crecer desde que terminaron las guerras civiles. La verdad, no creo que en otras épocas hiciéramos milagros, pero los productos allí estaban.

Hay otra excusa: los malvados acaparadores. Más allá de la sorpresa que causa acusar a comerciantes de no querer vender productos, que además de no venderse los pierden porque se vencen, si lo que quiere el gobierno es que los precios se mantengan bajos pues eso tampoco, porque tenemos la mayor inflación de Latinoamérica. Sin embargo, los Bicentenarios, Mercales y demás dan cuenta del mismo problema. Es más, para no contar anécdotas personales, vaya usted mismo a algún establecimiento del gobierno y comparta más abajo su experiencia. Si no consigue algún producto puede acusar a los acaparadores, ¿pero el gobierno acaparador también?

La única forma de aumentar la producción en nuestro país, y así resolver el problema doble de desabastecimiento e inflación, es estimular al sector privado a invertir, y ayudarlo a hacer esas inversiones en vez de evitarlas. Sobre cómo hacer esto conversaremos en otro artículo, pero para no dejarlo todo en suspenso, está claro que con expropiación, amenazas, corrupción y otras especialidades de los que hoy gobiernan no logramos ese objetivo. Lo bueno es que ya eso de no conseguir comida tiene una solución alterna, porque ahora, comemos patria.

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