Caracas, 30 de enero de 2024.- El economista y miembro de la dirección nacional de Primero Justicia José Guerra, presentó su ensayo “La política económica del chavismo: 25 años perdidos y una propuesta para Venezuela”, a través del cual analiza los funestos resultados económicos y sociales del socialismo del siglo XXI implementado por Hugo Chávez a partir de 1999 y continuado por Nicolás Maduro, que derivaron en la declaratoria de crisis humanitaria compleja traducida en un colapso de todas las instituciones y en el desplazamiento de más de siete millones de venezolanos. Pero además ofrece un conjunto de propuestas para la Venezuela del futuro.

En el documento, Guerra puntualiza que “durante un cuarto de siglo del chavismo en funciones gubernamentales, en lugar de solventarse la crisis heredada, ésta se ha profundizado exponencialmente”.

Analizando a ambos funcionarios como sujetos de ejecutorias en materia económica, el especialista señaló que la política económica de Chávez pasó por dos etapas: la primera de ellas entre 1999 y 2003, “caracterizada por la aplicación de medidas relativamente razonables en lo fiscal y monetario, en particular durante el lapso 1999-2002; y la otra posteriormente a partir de 2004, marcada por el salto al socialismo y su deriva hacia una estatización y sobrerregulación de la economía”.

Mientras que en el caso Maduro, Guerra explicó que la política económica implementada también ha tenido dos etapas. La primera entre 2013 y finales de 2019, en la que siguió casi al pie de la letra la política heredada de Chávez; y en la segunda, a partir de 2020, en la que llevó a cabo un viraje, en medio de una crisis hiperinflacionaria y una fuerte contracción de la economía.

Propuestas para la Venezuela del futuro

Tras analizar el panorama económico, social e institucional del último cuarto de siglo, el economista miembro del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), presentó un conjunto de propuestas para la Venezuela del futuro, entre las cuales se destacan: 1) reducir la pobreza que afecta a la gran mayoría de los venezolanos y sentar las bases para que el país sea más equitativo y solidario, con una economía competitiva y abierta al mundo; 2) apuntalar políticas públicas destinadas a propiciar un crecimiento económico sostenido, reducir la inflación e implementar programas sociales eficientes enfocados especialmente al 40% de los sectores más pobres; y 3) aumentar el salario mínimo y las pensiones hasta $100 mensuales inicialmente, monto que podría ajustarse conforme mejore la situación fiscal del país.

Para lograrlo, Guerra expone en su ensayo un conjunto de medidas en lo económico, social e institucional, especialmente en lo que respecta a las políticas petrolera, monetaria, financiera, fiscal y tributaria, con el propósito de que ellas redunden en una mejora de la calidad de vida de todos los venezolanos.