Caracas, 07 de agosto de 2019.- El diputado Juan Requesens cumple un año de haber sido detenido por el régimen por supuestamente estar vinculado al atentado fallido contra Nicolás Maduro. Como si de una premonición se tratara, en su último discurso en la Asamblea Nacional dijo con contundencia algo que quedó marcado: «Yo me niego a rendirme. Hoy puedo hablar desde aquí, mañana no sé».

A pocas horas de la intervención de Requesens denunciando la persecución contra la esposa del diputado José Manuel Olivares, y asegurando que iban (la oposición) a seguir trabajando para «sacar a Nicolás Maduro del poder», fue detenido en su residencia por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).

Luego de la detención del diputado, las imágenes de él en un baño del Sebin conmocionaron al país y aquel contundente discurso quedó marcado como una especie de «viaje al futuro».

A Juan Requesens lo «drogaron» en las instalaciones del Sebin, así lo denunciaron miembros de PJ y su padre, el doctor Juan Guillermo Requesens, quien aseguró haber reconocido síntomas de ello.

Al diputado del partido político Primero Justicia (PJ) lo acusan de varios delitos, entre ellos: traición a la patria, homicidio intencional calificado en grado de frustración en perjuicio del presidente de la República; homicidio intencional con alevosía y con motivos innobles en grado de frustración en contra de siete efectivos militares; terrorismo; asociación para delinquir; instigación pública continuada, y posesión ilícita de municiones y armas.