Maracaibo, 16 de diciembre de 2018.- Apreciados amigos de Maracaibo, del Zulia, de toda Venezuela y de la comunidad internacional.

Hoy no ha habido elecciones en Venezuela. Hoy se ha producido una farsa más que intenta, infructuosamente, vestir de ropaje democrático a una feroz dictadura delincuente, corrupta y vinculada con el narcotráfico.

Aunque redujeron más del 40% de las mesas electorales y chantajean a la gente con dádivas si van a votar o represalias si no lo hacen, no pueden ocultar que hay una ausencia evidente que sin dudas supera el 90% del padrón electoral. La gente sabe que esto no es una elección. La gente sabe que hoy ni se vota ni se elige.

Dios y los ciudadanos saben que siempre hemos querido resolver los problemas de nuestra patria por la vía electoral. El voto es la mejor herramienta para tomar decisiones. Pero, aunque respetamos la decisión de pocos de acudir, no podemos avalar con nuestra participación estas farsas con resultados cantados. Hoy  el voto está secuestrado: el árbitro está con la dictadura y se impide al órgano natural, a la Asamblea Nacional, elegir uno nuevo; millones de electores fuera del país no pueden ejercer su derecho, millones de nuevos electores no pueden inscribirse, los partidos están proscritos y muchos dirigentes presos o inhabilitados, el PSUV controla desde las direcciones nacionales hasta las juntas regionales, municipales, fiscales y mesas de votación; todo está hecho para que estos delincuentes ganen sin votos.  

Y nuestra responsabilidad es seguir luchando para ejercer toda la presión que sea necesaria hasta que logremos el cambio político que anhela el pueblo venezolano.

Tengamos muy presentes tres asuntos de primordial importancia en los que estamos trabajando:

1. Presión intensa, nacional e internacional para lograr la liberación.

2. Transición para rescatar el orden constitucional, legitimar los poderes y superar esta profunda crisis económica y social.

3. Elaboración de un programa de gobierno consensuado que permita que, apenas logremos la liberación, iniciemos juntos el rescate de nuestro país.

El silencio de hoy es un grito contundente de la gran mayoría de los venezolanos, que decimos con el himno nacional: Gritemos con brío, muera la opresión, compatriotas fieles la fuerza es la unión, y desde el Empíreo, el Supremo autor, un sublime aliento, al pueblo infundió. Que ese aliento se convierta en fuerte viento que siga gritando la palabra Libertad hasta que la logremos.

Hoy digo con convicción:

¡Venezuela vencerá!

Juan Pablo Guanipa

Gobernador electo del estado Zulia