José Manuel Olivares a El Universal: Somos un grupo con un gran compromiso por cambiar la política


Caracas, 11 de junio de 2017.- El liderazgo político de Venezuela se ha encontrado con un grupo de jóvenes, que en medio de la incredulidad del país, se han encargado de sembrar confianza en los ciudadanos despertando el interés “por algo distinto”. Desde el año 2007 esta generación del movimiento estudiantil trabajó por “rescatar la lucha de calle junto a los ciudadanos”.

Actualmente el país atraviesa por una ola de protestas, liderada por dirigentes de la oposición que les ha permitido a este grupo de jóvenes, tal vez por su edad, adrenalina y condiciones físicas, estar al frente de cada manifestación, acompañando a la gente y con la premisa de defender “la libertad y la democracia”.

José Manuel Olivares, es un joven que a sus 31 años es médico oncólogo nuclear y diputado a la Asamblea Nacional, que tiene en su haber una candidatura a la gobernación del estado Vargas. Se define como un enamorado de su ciudad natal que ha transitado su camino profesional y personal al lado de principios y valores inculcados en su hogar.

En entrevista para El Universal dijo que “el respeto, la amistad, la perseverancia, la constancia, la convicción y la responsabilidad fueron valores y principios que me dieron mis padres”.

Experimentar la preocupación por otros, ayudar a quienes lo necesitaban y afrontar la pérdida de su casa fueron situaciones que desarrolló en su adolescencia tras la tragedia de Vargas, donde tuvo la oportunidad de colaborar como socorrista de la Curz Roja.

“Pierdes tu casa a los 14 años, le pierdes valor a lo material, eso me hizo madurar, crecer y ver la vida distinta, aprendes a darle valor a otras cosas, a tus amigos, a la vida misma”. 

Ser médico era un sueño innegociable

Olivares cumplió el sueño que lo acompañó desde pequeño: Ser médico. Confiesa que la muerte de su abuelo paterno por cáncer, a quien no tuvo la oportunidad de conocer, lo inspiró e impulsó para ser médico oncólogo. Su abuelo materno era vigilante del Hospital universitario. “Le llena de orgullo decir que su nieto es el médico del hospital donde él era vigilante”.

Antes de tener el título de médico tuvo que experimentar tres semestres de bioanálisis para aplicar el cambio a medicina. Se trató de “los tres semestres que más estudié en mi vida (comenta entre risas), porque para que te den el cambio debes tener buenas calificaciones”.

A pesar de que respeta bioanálisis nunca se desvió del camino que quería lograr. Tampoco coquetear con la presidencia de la Federación de Centros de Estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (FCU-UCV) lo alejó de cumplirlo. “Mi sueño era ser médico, era un compromiso con mi abuelo, con la vida, no queria ser derrotado en el sueño de ser médico”, argumentó.

Olivares “maduró y creció” 

La vida del diputado se vio fragmentada en cuatro etapas que hicieron relevancia en su crecimiento personal y profesional. La primera fue la tragedia de Vargas en la que le tocó perder su casa a los 14 años de edad. Luego asume un rol político que inició como presidente del Centro de Estudiantes de medicina en la UCV.

Su simpatía, carisma y buena relación con los ciudadanos lo llevó a ganar su primera elección por voto popular, convirtiéndose en el presidente del CE de Medicina. El diputado señaló que sus intenciones eran lograr mejoras para la escuela, no hacer política.

“Mi preocupación era por las cosas sociales, porque los estudiantes tuvieran estacionamiento, internet, que los baños funcionaran. No me imaginé que iba a terminar en la avenida Bolívar hablándole al país que tenían que votar, eso nunca lo planifiqué”.

Comentó que nunca imaginó ser político, pues “de niño no soñaba con ser diputado, gobernador o presidente”. De hecho se cataloga de la generación “anti política”, de la que sus padres les decían “no se metan a políticos porque es malo”, pero explica que la vida lo fue llevando por ese camino.

De la generación anti política a una generación que quiere cambiar la política

El año 2007 se definió como el de “la nueva era política” porque de allí nacieron muchos de los que hoy en día son las caras del liderazgo político opositor: Juan Andrés Mejía, Miguel Pizarro, Stalin González, José Manuel Olivares, David Smolanski, Carlos Paparoni, entre otros.

Olivares relató que en esa época el discurso era hacer política de principios y valores. “Hoy en día podemos decir que somos una generación, sería una osadía compararnos con una generación tan brillante como la del 28 pero no sabemos a dónde vamos a llegar, estamos muy jóvenes y eso nos invita a soñar. Nosotros también soñamos con prepararnos, formarnos, producir, construir. Pero la realidad es que no queremos desplazar a nadie”.

De médico a candidato a la gobernación

Luego de que el movimiento estudiantil mostró nuevos líderes. El lema de cambiar la política decidió adquirir trascendencia.

"Si queríamos cambiar la política teníamos que irnos a los sitios difíciles, por eso decidí irme a mi pueblo, a mi estado, donde era imposible ganar. Por eso asumí ese reto que me dejó un gran aprendizaje”. 

Ya graduado de médico enfrentó su primera candidatura política fuera de las aulas de clases, compitiendo para ser gobernador del estado Vargas. A pesar de que con 26 años saboreó la derrota al no ganar la gobernación del estado Vargas, continuó trabajando “constantemente” con las comunidades para ganarse la confianza de la gente y acompañándola en los problemas diarios. “La política tiene diferentes roles: La protesta, el acompañamiento y la de gobernar. Eso me permitió entrar a Vargas”.

 “Maduré y crecí con las derrotas, uno no sabe lo que aprende con las derrotas, aprendes mucho más que en cualquier otra cosa, maduré y crecí cuando me gradué de médico. Luego que hice el postgrado en Oncología, tienes en tus manos la vida de un paciente con cáncer".

“Dios premia la constancia”

Tres años después, José Manuel Olivares fue electo diputado a la Asamblea Nacional en una mayoría histórica de la oposición. En la AN, como presidente de la sub comisión de salud del parlamento, se ocupó de ese tema, una de las crisis que aqueja al país.

“Empezamos a hacer visible el tema de la salud, la crisis humanitaria, conseguimos ayuda de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sacamos la ley para atender la crisis nacional de la salud, comenzamos a darle un rostro al tema de la salud”.

Gobernador o Ministro

Olivares, como ha demostrado desde que plasmó su nombre entre los nuevos políticos de Venezuela, tiene una empatía con los ciudadanos, quienes pueden ver con agrado que nuevamente se postule como candidato a una elección popular; sin embargo como médico y conociendo sus aportes por cambiar las políticas de la salud en el país lo pueden vincular en algún futuro y cambio de Gobierno, con el ministerio de esa área.

Olivares deja claro que en estos momentos el proyecto individual no es la prioridad. Es por el país por el que salen a diario a las calles de Venezuela, “Si estuviese idealizando lanzarme a candidato de Vargas estuviese protestando allá siempre”, añadió. Pero tampoco descarta ayudar en las mejoras en materia de salud. “Si un Presidente me pide o me solicita, será un gran honor para mí. Yo tengo un sueño y es que en este país la gente no vaya a una clínica por necesidad sino por gusto”.

Aseguró que aceptaría ser Ministro de la Salud para que todo lo que ha venido denunciando cambie. Reiteró que eso depende del Presidente de turno, y afirmó que “sería un gran reto, porque actualmente el ministerio de Salud es un 'desastre'. "Debemos profundizar y evolucionar en el sistema de salud venezolano, emigrarla a modelos exitosos”. 

Un desempleado más del país

José Manuel Olivares forma parte de las estadísticas de los venezolanos que no consiguen empleo en su área, aunque resalta que es por un tema político. Dijo que tiene cuatro meses que no ejerce su profesión como médico en la salud pública, porque “he metido papeles en tres hospitales y no me han dado trabajo”. 

El oncólogo tiene facultad para dar clases en el Hospital Universitario pero no lo han dejado. Precisamente confesó que esa es otra de las cosas que más disfruta. "Quien daba clases en el post grado era yo. Me encanta dar clases, pero no me han dejado y es una de las grandes frustraciones de mi vida".

Confiesa que extraña su vida como médico. “Extraño la vida en el hospital, pasar revista, ese ejercicio médico de discutir un caso, ponerte a pensar, es un reto el cual extraño mucho”.

Lo escuchan por “el radiecito de la cocina”

Es un polifacético que se ha preocupado por combinar sus pasiones e incluirlas en su plan de vida y trabajo. Como lo resalta con la política y la medicina su intención es ayudar, pero descubrió que comunicando también contribuye con los ciudadanos y se conecta más con su gente, por eso desde hace unos años tiene su espacio de lunes a viernes en una emisora radial.

“La radio es lo máximo. Hice el programa religiosamente durante todo el postgrado. Es el poder de la comunicación. En un recorrido una señora me dijo que nos escuchaba por el radiecito de la cocina, y por eso me quedé con esa frase de inicio”. Comenta con cariño que eso le demostró que la gente lo escucha y “que el mensaje llega”.

Diferencias dentro de la MUD

Aseguró que dentro de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) existen diferencias; sin embargo entendieron que el problema “no es ideológico sino existencial y que el proyecto no es individual sino que el compromiso es con Venezuela. Aquí la lucha no es porque Capriles sea presidente, Olivares gobernador o Pizarro alcalde, es por Venezuela, eso nos hace fuertes”.

Resaltó que hoy en día se está imponiendo la teoría de los jóvenes, porque “logramos imponer una política con gran entendimiento, sin importar el partido político. Es un entendimiento generacional que esperamos salga bien. Al final logramos imponer una política de calle, de vanguardia, de lucha por salir de la zona de confort”.  

Una nueva escala en la protesta

El parlamentario es uno de los líderes políticos que ha estado en frente de las protestas que iniciaron el 1 de abril de este año, como mecanismo para mostrar el desacuerdo ante las decisiones tomadas por el  Gobierno de Nicolás Maduro.

En estos días de manifestaciones llegaron al acuerdo que hay que escalar, por lo que ve como una de las claves la organización de los ciudadanos.

"Tenemos la responsabilidad como conductores de este proceso darle a todos una oportunidad para organizarse”. De allí viene la iniciativa que ha anunciando por las redes sociales: Comité de Rescates por la Democracia (CDR). “Si creas un comité de rescate puedes organizar a las personas para manifestar de diferentes manera, si no manifiestas brindas apoyo a quienes lo hacen”.

Explicó que hay que estructurar esta estrategia para “tener una línea de comunicación directa, con un planteamiento directo”. Recordó que las actividades que han venido organizando son “para todo público” y el trabajo que ha venido haciendo la MUD es colocar a todos los grupos “en la misma lucha”.

Con responsabilidad se puede construir una mejor Venezuela

José Manuel Olivares destacó la gran responsabilidad y compromiso que siente por el país y por su ciudad natal. El amor y el sentido de pertenencia lo evidencia al contar sus proyectos para una mejor Vargas y una mejor Venezuela.

“La Guaira es lo máximo, las potencialidades de Vargas para mí, son únicas. Es un estado que puede ser algo totalmente distinto a lo que es".

Por eso no descarta que La Guaira pueda ser uno de los referentes del turismo y recreación en Venezuela.

Olivares agradece a quienes se acercan a "echarle la bendición" o pedirle una foto, porque “eso genera un compromiso, es alguien que cree en tí, que tiene su visión puesta en tí. Una de las cosas intangibles de la vida es que te den un abrazo en la calle, un familiar de un paciente. Eso puede significar más que cualquier cosa, es una satisfacción personal que vale la pena”.

Por eso no descarta seguir manteniendo la política y la medicina al mismo tiempo. “Las dos son herramientas para ayudar, las dos tienen mucha ética, responsabilidad y sobre todo están cargadas de valores”.

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