Maracaibo, 15 de octubre 2014.- A la orilla de la cañada, donde debería haber vegetación, yacen bolsas de basura en el Callejón Las Flores de la parroquia Cacique Mara. Son alrededor de 80 casas las que sufren las consecuencias de estar más cerca del lugar donde vecinos y visitantes se detienen para echar basura.

Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia Zulia, en su visita al sector, aseguró que es necesario el apoyo de la comunidad para evitar este tipo de acumulaciones.

“Hay quienes no esperan a que por el frente de su casa pase el camión del aseo, sino que mueve la basura hacia las cañadas afectando a otros vecinos. Los habitantes del Callejón Las flores están en su derecho de exigir la recolección de la basura y fumigación, porque es a ellos a los que le afecta el hecho de que la basura les genere enfermedades o les obstruya la cañada. Esta es la razón de las inundaciones en las casas y la pérdida de enceres. Nada justifica que la gente eche la basura en la cañada porque sin darse cuenta están siendo afectados ellos mismos”.

Zenaida Prieto, habitante del sector desde hace 32 años, aseguró que nunca habían sufrido tanto por la basura acumulada. “Ya no es tanto el desborde de la cañada con las lluvias, los que no preocupa. Nosotros vivimos con miedo a que una epidemia se desate por esto. Con tanto dengue y Chikungunya que hay en el ambiente, nuestros hijos y nietos están expuestos. Pedimos que nos traigan una fumigación para esta zona porque tener que caer en cama en algún hospital o CDI es horrible. Queremos que con urgencia nos recojan la basura y fumiguen”.

Eveling Rosales, líder comunitaria, aseguró que por lo menos la basura es un problema que se va cuando la recogen, pero los botes de aguas negras, la falta de gas, la falta de alumbrado público y la inseguridad es perenne. “Aquí el que llega tarde está atraca’o, en medio de tanta oscuridad nadie se mete a defender a nadie si lo están atracando. No importa cuántas veces llamemos a Hidrolago, ellos nunca nos paran y en cuanto al Sagas, estamos esperando que vengan a soplar las tuberías. La verdad es que a nosotros nos falta de todo un poquito. La gente cree que por vivir céntrico estamos consolidados, pero no es así. Muchas cosas aquí se han dañado y nadie se digna a repararlas. Así es que llegamos a este estado de deterioro”.