Maracaibo, 22 de julio de 2014.- Están contadas. Son 18 las estaciones de servicio ubicadas entre los municipio Rosario de Perijá y Jesús María Semprum, en la vía Maracaibo-Colón, conocida como la troncal seis. Ellas suministraban de manera rápida el combustible de todos los perijaneros y transeúntes, pero a causa de la reducción del despacho a la zona, ahora son lugares para hacer largas colas.

Jesús Rincón, presidente del Concejo Municipal de Machiques y coordinador de Primero Justicia en el municipio, denunció lo que a su juicio es una “crisis grave en el suministro de combustible”. Transportistas deben hacer colas de hasta un día y medio para abastecer gasolina, mientras que los productores agropecuarios cumplen con trámites engorrosos para que la Guardia Nacional les autorice a comprar disel para su maquinaria.

“Antes de 2006 las estaciones de servicio despachaban alrededor de 13 millones de litros de combustible. A partir de esa fecha se estableció un cupo de distribución que dejó a esta zona recibiendo sólo 8 millones 144 mil litros mensuales, lo que representa una reducción del 37,5 por ciento. Tomando en cuenta el estándar de aumento de la población y del parque automotor, nos deberían estar despachando 16 millones 900 mil litros de combustible mensuales por lo que podemos asegurar que hemos dejado de percibir un 108 por ciento de incremento durante los últimos 8 años. Ese es nuestro déficit”.

Rincón destacó que las cifras del combustible despachado ofrecidas son la reales en cada zona. Machiques 8 millones 144 mil, Rosario de Perijá 8 millones 465 mil y Jesús María Semprum 2 millones 603 mil. Señaló que en todos los casos hay deficiencia y que su única causa natural es el crecimiento del parque automotor, lo que a su juicio evidencia la incapacidad del Gobierno de adecuar la producción a la demanda del combustible para cada zona.

“Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para el año 2012 había 437 mil vehículos y mil 800 motocicletas en el todo el Zulia. Ahora, de acuerdo a los censos sabemos que sólo en Machiques hay 17 mil motos, lo que podemos tomar como indicativo de la proporción de crecimiento automotor en el estado. Estos números y sus consecuencias son previsibles, sólo que no existió la oportuna intervención del Gobierno para prever y ahora todos estamos siendo afectados”.

El concejal aseguró que nadie sabe a qué se debe la reducción de despacho de combustible para la zona de Perijá, pero destacó que lo que más se evidencia es el daño que está causando a los choferes y productores agropecuarios, para quienes el combustible es prácticamente su materia prima.

“Si en Maracaibo, que es una capital que mantienen como zapatos de cristal, se ven las colas para llenar un tanque, imagínense las colas en las estaciones de servicio en el interior del país. Nosotros en Machiques vivimos lo que sufre un productor agropecuario por tener que pagar sus insumos a dólar libre, sortear los problemas que ocasionan la sequía y además los trámites de la compra de combustible; mientras que el Gobierno sólo regula y asfixia a quienes tratan de ganarse la vida trabajando para el país”.

Crisis

Giovany Ordoñez, representante de la asociación civil de conductores de Machiques Maracaibo, aseguró que todos se ven afectados con la grave crisis de la gasolina. Destacó que se están organizando para paralizar sus actividades. “Al no tener combustible, lubricantes o repuestos nos vemos obligados a hacer menos viajes y cuando terminamos la jornada nos tenemos que dedicar a esperar para echar gasolina y poder trabajar al otro día. Es mucho cansancio y así no le podemos servir a la comunidad”.

Sólo en las rutas urbanas de la sub-región Perijá trabajan alrededor de tres mil choferes por puesto, sin contar los buses y las unidades de las rutas extraurbanas. “Tenemos dos opciones: o dejamos de trabajar temprano y nos vamos a hacer la cola o nos levantamos a las 2.00 de la mañana para ir a la bomba y esperar hasta las 7.00 de la mañana que empiezan a surtir y así poder empezar a trabajar. A veces a lo que llegamos a la punta de la cola, nos dicen que no hay más gasolina y eso no puede ser”.