Maracaibo, 14 de julio de 2014.- En la avenida 29 del barrio Catatumbo, parroquia Idelfonso Vázquez de Maracaibo, los habitantes residen entre aguas negras y vías intransitables. Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia (PJ) en el Zulia en su visita al sector expresó que la falta de servicios públicos, insumos médicos, seguridad, transporte público y unos botes de aguas negras provenientes de otro sector conllevan a estas familias a vivir en estado de “precariedad”. Hizo un llamado a Hidrolago a solventar inmediatamente este problema, que afecta entre 600 y 700 niños aproximadamente.

Alfonso Méndez, habitante del Barrio Catatumbo, manifestó que la grave situación proviene de Cujicito y ha incrementado las enfermedades en niños y adultos. “No tenemos cloacas y estamos inundados de aguas negras que vienen de la calle 41 y 42 de Cujicito. Hay muchos niños con dengue en el barrio y ni siquiera hay como atenderlos porque el CDI no funciona. Estamos tan graves que a las camillas hay que meterle tablas para sostener al paciente. Para poder salir de aquí hay que caminar mucho porque no tenemos transporte público”.

Por su parte, Chocron López, padre de familia, se mostró afectado por la falta de educación en los niños y el nivel de inseguridad que se vive a diario. “Es impresionante que en tres años no hayan culminado la Escuela Nacional Indio Mara cuando a ese proyecto le aprobaron 12 mil millones de bolívares y no tiene nada arreglado. Nuestros niños necesitan educación de calidad, no ver clases debajo de un ramal. Quisiera que cualquier organismo nos de ayuda porque además necesitamos seguridad.  Aquí no se puede vivir, no pasa el aseo, no hay trabajo, no hay ni jornada de comida y el mercal está cerrado”.

Juan Pablo Guanipa, manifestó que las familias del barrio Catatumbo viven en un estado de “precariedad” porque usan pozos sépticos y las aguas negras que vienen del barrio Cujicito llegan al final de la avenida principal. “Lo grave del asunto es que cuando las aguas no tienen para donde agarrar se meten a las casas. Hago un llamado a Hidrolago, resuelvan ese problema de botes de aguas negras en Cujicito que tanto afecta a ambos barrios”.

Denis López, que trabaja como madre procesadora, aseguró que “en el comedor no se puede con el mal olor y hay una verdadera contaminación”. “Necesitamos que nos ayuden de inmediato porque aquí se atienden a 150 niños y ancianos y no se puede ni respirar”.

José Esther, comerciante del sector, exigió mayor supervisión en comercios. “El gas lo compramos en bombona y carísimo. La harina pan la conseguimos en 50 bolívares. No hay supervisión en los comercios donde se acaparan los productos y se exceden en los precios. Ni siquiera conocemos a Eveling, sólo la veo por televisión”.