San Cristóbal, 11 de julio de 2014.- “La Ley del Primer Empleo es una propuesta ganar-ganar que hoy tiene más vigencia que nunca por la necesidad de trabajo que tienen las nuevas generaciones. La tasa de desempleo juvenil está cerca del 20%, siendo el doble de la tasa general. De allí la urgencia de la discusión de esta ley, pero con la participación de todos los sectores involucrados, en igualdad de condiciones, porque no podemos aceptar que se incorporen condiciones de carácter ideológico, que modifican el espíritu de la ley”.

Así lo señaló el diputado de la Asamblea Nacional (PJ-Lara), Alejandro Romero, quien se encuentra de visita en el estado Táchira para participar, tanto en la jornada del Viernes Amarillo como en el Comité Político Juvenil que realizó ayer la tolda aurinegra en San Cristóbal, con la asistencia además de Michelle Quintero, representante de la Secretaría de Organización Nacional para Asuntos Juveniles.

Romero  recordó que Primero Justicia llevó al hemiciclo de la AN, la discusión del proyecto de Ley del Primer Empleo, en marzo de 2011, con el respaldo de 21 mil firmas, y pese a que la Asamblea Nacional está obligada a discutir los proyectos que llegan respaldados por iniciativa popular, los diputados oficialistas decidieron “engavetarlo”, para luego presentar una propuesta similar (Ley del Trabajo Productivo del Primer Empleo de Jóvenes de la Patria), pero con elementos ideológicos.

En este sentido, informó que el jueves 10 de julio se reunieron con el ministro de la Juventud, Víctor Clark, para proponer un debate público de la Ley del Primer Empleo, porque es necesario aprobar un instrumento legal sin distingo político para garantizarle a todos los jóvenes el ingreso al mercado laboral estable.

--Los jóvenes no tienen empleo porque no tienen experiencia previa,  y no tienen experiencia porque no les dan empleo. Es un círculo vicioso que debemos romper y activar el músculo productivo de las empresas. El proyecto de ley de PJ habla de empleos de calidad para los jóvenes en edades comprendidas entre 18 y 30 años, con condiciones especiales para las madres solteras, incentivos fiscales para el patrono público o privado que incorpore jóvenes sin experiencia a su nómina de forma voluntaria, pasantías remuneradas, entre otros aspectos sin caer en condiciones de doctrina ideológica que intenta introducir el sector oficialista--, afirmó. 

Romero destacó que las cifras de empleo y calidad de vida dadas a conocer por el Instituto Nacional de Estadística, “muestran la realidad de un país que no es Venezuela, porque empleo no es que un joven se siente en un esquina con un huacal a vender tomates, sino acceder a trabajos con seguridad social, sueldos dignos, vacaciones y todos los beneficios de ley, que les permitan oportunidades de futuro y crecimiento”.