Maracaibo, 24 de junio de 2014.- Vecinos del barrio 12 de febrero, ubicado en la avenida principal de Palo Negro de la parroquia Venancio pulgar de Maracaibo exigen, tanto a la Alcaldía como a la Gobernación del estado Zulia, reembaular la cañada del sector. Aseguran que mientras que en sus casas no reciben aguas blancas, al borde la cañada se desperdicia. Expresaron que viven entre delincuencia y enfermedades constantes debido a la falta de recolección de basura.

Ada Bracho, ama de casa de 35 años, manifestó con voz entrecortada que hace algún tiempo perdió todas sus pertenencias porque un desborde de la cañada se llevo su casa. “No queremos pasar por esto otra vez. La boca de la cañada está tapada y por eso colapsa. Optamos por lanzar la basura allí porque no nos queda de otra, hay que embaularla nuevamente ya que mi casa está en el borde y tengo miedo de lo que suceda ahora que vuelven las lluvias. No se puede vivir entre tanta basura y mal olor, el aseo ni lo conocemos. Queremos que fumiguen el barrio porque hay culebras y alacranes. No entiendo como no se conduelen de nosotros, aquí casi toda la semana se va de dos a tres veces la luz”.

Por su parte, Juan Pablo Guanipa coordinador de Primero Justicia en el Zulia, aseguró que ahora que regresa el período de lluvias, es necesario crear planes de contingencia. “La solución no puede ser que la gente lance la basura a la cañada. Urge que la limpien para evitar inundaciones, pero además hay que generar conciencia. Si la limpian sería el primer paso para luego realizar el embaulamiento. En Venancio Pulgar y otras parroquias de la ciudad, así como en municipios del estado, necesitan urgentemente una gran inversión por parte del Gobierno Nacional, porque cada vez que venimos se nota más la desidia”.

Antonio García, habitante del sector, agregó que cada uno de sus vecinos tiene una “huella imborrable” luego de la última inundación y que no han podido evitar esos malo ratos por no poder conformar el consejo municipal. “Sabemos que lo poco que nos puede llegar a la comunidad es a través del consejo comunal, pero ha sido imposible renovarlo. Cada vez que se intenta elegir se convierte en una gallera porque nadie se escucha. Eso es pura discordia y el deber ser es unión. Todo ciudadano tiene derecho de optar por un cargo en el consejo y han denigrado a personas hasta por su condición sexual”.

Los vecinos coinciden en que ser víctimas de la inseguridad es lo más seguro que tienen en el barrio. Una joven relató que salió a las 6.00 de la mañana y la atracaron, aunque no fue mucho lo que le quitaron manifestó que el susto que vivió no lo compara con nada, porque según lo expresó “si no se tiene nada, matan a la gente”. Acotó que los “malandros” consumen droga a la orilla de la cañada y de ellos no se salvan ni siquiera los que llevan bolsas con compras del mercal.

Guanipa, ante la situación expuesta por la comunidad, hizo un llamado a la Alcaldía, Gobernación y a Corpoelec para que solventen los problemas que respectivamente les competen.