Caroní, 21 de junio de 2014.- Desde el sector I de 25 de Marzo en San Félix, el coordinador de Primero Justicia en el estado Bolívar, Wilson Castro denunció que, según testimonios de los vecinos, la localidad tiene más de 15 años sin recibir el servicio de agua potable en sus hogares, a pesar de los innumerables llamados de atención que han hecho a las autoridades locales.

Castro citó el testimonio de Tamaris Rivera, una vecina del sector que se levanta todos los días a las 3:00 de la mañana “a pegarse de la tubería y luego ponerle una bomba y estar pendiente si viene o no viene el agua, eso es todos los días a toda hora, hasta que cansan”, dijo.

De igual forma, denunció que los camiones cisterna que trabajan en el sector inflan los precios ante la escasez de agua. “Los camiones pasan, y a veces surten algunas partes y otras no. Los vecinos pagan de 70 a 100 bolívares por tambor y según deberían cobrar 20 bolívares pero cobran como les da la gana, quince años en esa situación, no llega nada de agua”, dijo.

Castro se hizo eco de las peticiones de los residentes del sector. “Ellos le piden a las autoridades, principalmente el gobernador del estado, Francisco Rangel Gómez y a Hidrobolívar que solución el problema.

Oídos sordos

“Queremos Aunque sea un aljibe para sacar agua, porque aquí lo que hay es tierra, estamos cansados todos los días, de estar penando para comprar agua, ni que tuviera una mina para sacar dinero cada rato, que haga algo si quiere seguir allí (en la gobernación)”, dijo Rivera.

En el sector III, de 25 de Marzo la situación no es diferente. Aunado a las deficiencias en el suministro de agua potable. El problema de las cloacas desborda a la comunidad. Nubi Rondón, vecina del sector, aseguró que la fetidez de las aguas negras se siente en toda la comunidad, afectando no solo a los residentes sino también a los niños que asisten a la escuela de la localidad.

Finalmente pidieron ayuda a la Corporación de Servicios Patrióticos y Sociales, adscrita a la Alcaldía de Caroní, a donde han enviado varias comunicaciones -la más reciente el día 6 de junio- y aún no reciben respuestas. Los vecinos temen que con el avance de la época de lluvias la situación empeore.