Juan Pablo Guanipa: La cañada del 12 de Octubre es la pesadilla de sus vecinos


Maracaibo, 16 de junio de 2014.- Una cañada embaulada sólo en partes, es la pesadilla del barrio 12 de Octubre ubicado en la parroquia Cacique Mara de Maracaibo. No tiene nombre oficial, pero sus vecinos le dicen “el container”, como referencia a la utilidad que le dan asiduos y visitantes del lugar. Aseguran que es el depósito de desechos por excelencia para todos los que, montados en un burro o rodando unas gaveras de refresco, cobran por deshacerse de la basura.

Carmen Solano, ama de casa que tiene 42 años viviendo en el sector, aseguró que ante la recolección de basura, la cañada es usada por todos como depósito. “Nuestra pesadilla no empieza cuando las ratas proliferan o cuando los malos olores entran por las ventanas de las casas, sino cuando llueve y nos inundamos. Parece mentira, pero a veces es la misma gente que pierde sus corotos con las lluvias, la que echa la basura en la cañada. No hayamos que hacer porque el aseo pasa una vez al mes”.

Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia Zulia, durante la visita al sector, aseguró que los únicos afectados cuando se echa la basura en una cañada, son los vecinos. “A veces la gente cree que echando la basura en la cañada solucionan el problema, pero no están conscientes de que de alguna u otra manera esa basura los afectará, bien sea con inundaciones producto de las lluvias o con enfermedades producto de la descomposición. Es tan importante que la Alcaldía regularice la recolección de los desechos, como una actitud ciudadana responsable por parte de los vecinos que ayude a que se eviten daños peores a la comunidad”.  

Lucia Tiburcio, dominicana que tiene 37 años viviendo en Venezuela, aseguró que la enfermedad del venezolano está en el bolsillo y no en el cuerpo. “Yo estoy mal con la tensión, pero estoy peor del bolsillo. Todo está caro, nada se consigue y además tenemos que aguantarnos que no haya servicios públicos. No sé qué pasa con la alcaldía, pareciera que estuviese de papel. No hacen nada por nosotros y aquí no vivimos cochinos. Tienen que mandar a llevarse la basura y a arreglar las calles”. 

Candelaria Julio, ama de casa que tiene 32 años viviendo en el lugar, aseguró que la zona es tranquila, pero que el problema es la mala recolección de los desechos y la falta de alimento. “Hemos caído en una situación que nunca me imaginé que pasáramos en Venezuela. Siempre tuvimos todo para comprar ahora nos tenemos que conformar con lo que conseguimos. No voy al mercal porque no me gusta agarrar sol y mucho menos hacer cola. Es preferible comprar los alimentos caros, pero la cosa es que no se consiguen ni caros”.

Fandis Helmes, líder comunitario, aseguró que muchos barrios de la parroquia necesitan consolidación. “Aquí empezaron un asfaltado pero sólo terminaron dos calles. Se colapsan las cloacas y eso deteriora todo lo que uno hace. Creemos que con una ayudadita de la Alcaldía y la Gobernación pudiéramos estar mejor. Por aquí estábamos tranquilos porque nos llegó el programa de alimentación casa por casa pero ahora las directrices de arriba lo están llevando a que haya especulación para el pueblo. Nosotros queremos el bien de la comunidad, pero hemos presenciado como cobran 180 bolívares por cuatro cositas y eso es muy caro para la gente del barrio. Tienen que meterle el ojo a eso”.

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