Los Teques, 15 de junio de 2014.- Los jóvenes venezolanos perciben día tras día cada vez más limitadas sus oportunidades para superarse en el país. Comprar un vehículo o una casa se ha convertido en un sueño inalcanzable. La inseguridad, la crisis política y económica, además la escasez de alimentos y productos básicos han obligado a muchos a buscar otros rumbos.

Tal es el caso de los profesionales de la salud, que a pesar de contar con un título universitario y vasta experiencia en el área, han tenido que irse a otro país en busca de mejores condiciones de vida. Según la Federación Médica Venezolana (FMV), más del 57% de los galenos han migrado al exterior, y los que aún permanecen en el país, 23% trabaja en clínicas privadas y el resto se dedica a otros oficios, incluso como taxistas.

El secretario de Salud del Gobierno de Miranda, Gustavo Villasmil,  lamentó esta realidad, la cual, a su juicio está afectando al pueblo más pobre que cuando va a un hospital no encuentra quién lo asista. “Venezuela se está quedando sin médicos. En los últimos años, 15 mil plazas públicas han sido abandonadas, para prestar sus servicios en el sector privado o para probar suerte fuera del país. Se estima que entre 10 y 12 mil médicos se han marchado del país”.

Villasmil aseguró que detrás del éxodo de médicos, están las malas condiciones de trabajo, el hacinamiento, la inseguridad, la falta de insumos en los centros asistenciales, así como la ausencia de expectativas en Venezuela. “En estos 15 años el Gobierno nacional ha conducido a Venezuela hacia el empobrecimiento. Hoy la mayor parte de los venezolanos no ven futuro en el país, puesto que vivimos en un lugar donde si salimos a la calle, no sabemos si regresamos con vida, en donde el sueldo no alcanza. Quien tiene la oportunidad se va a un mercado laboral en el cual será mejor remunerado, en donde encuentre la seguridad y la calidad de vida que aquí no tiene. Esta es una situación que se veía venir y pasará tiempo para solventar está penosa situación”.

Al respecto, Villasmil manifestó su vocación y compromiso por un cambio en el sistema de salud público. “Los que tenemos la responsabilidad concreta en la operación del sistema de salud no podemos cansarnos, por el contrario, tenemos que seguir trabajando para cambiar este escenario tan difícil. En Miranda desde hace cinco años estamos haciendo grandes esfuerzos, y la Red de Salud Francisco de Miranda es un ejemplo de ello. Estamos trabajando para garantizarle no solo asistencia médica con calidad a nuestro pueblo, sino mejores condiciones a nuestros trabajadores, dándoles oportunidades a nuestros médicos”.