Lagunillas, 13 de junio de 2014.- La coordinadora de Primero Justicia Lagunillas, Elayne Pire, lideró el Viernes Amarillo del partido, en Ciudad Ojeda, estado Zulia, ésta vez, para denunciar los problemas económicos que afectan a los venezolanos. En la actividad se repartieron volantes a los ciudadanos con las cifras reales de escasez e inflación.

“El BCV publicó los índices inflacionarios del país, sin embargo no habló de las cifras de la escasez, ya que este flagelo lo encontramos en los productos más básicos de la cesta alimentaria y ahora estamos viviendo una falta de productos específicamente para los recién nacidos, nosotros llevamos el mensaje a la calle con los número que nos presento el ente bancario, pero las amas de casas y padres de familia del país, saben en realidad cuán difícil es comprar los alimentos para llevarlos a la mesa y poder sustentar a la familia” indico Pire.

La coordinadora, explicó también que “según  el BCV, existen áreas específicas que golpean a los venezolanos como, el costo de alimentos y bebidas con un 29.6 por ciento, equipos del hogar un incremento del 13 por ciento, vestido y calzado 15.2 por ciento y servicios a la salud 17 por ciento, pero estas cifras de sólo corresponden a los primeros cuatro meses del año, si lo contrastamos con los precios del año pasado, tenemos un 60 por ciento de inflación en los últimos doce meses, es decir, lo que antes comprábamos con cien bolívares hoy tenemos que sumarle sesenta bolívares”.

“Esto lo podemos corroborar visitando los supermercados del país y preguntar, en cuanto nos sale un kilo de carne, un cartón de huevos o un kilo de queso pasteurizado, porque las cifras son frías pero la realidad se siente en el bolsillo de los venezolanos, por eso ante la celebración del día de los padres, nosotros nos preguntamos ¿quién es el padre de la inflación en Venezuela?”, reflexionó la coordinadora.

Finalmente, los dirigentes de la tolda amarilla, mantienen firme la convicción de que los problemas económicos no se arreglan congelando los precios de los alimentos, sino, activando el mercado productivo nacional, reactivando la economía, dejando de importar productos de Uruguay o de Brasil y empezamos a invertir en nuestro producto nacional.