Los Teques, 12 de junio de 2014.- A pesar de los cuantiosos ingresos provenientes de la industria petrolera, en Venezuela durante los últimos 15 años,  el Gobierno nacional ha descuidado la construcción y reparación de planteles escolares, disminuyendo con esto las oportunidades de acceso a la educación en los sectores menos privilegiados. Según cifras oficiales el número de niños y jóvenes desatendidos por el sistema educativo supera los 2 millones. Esto en parte se debe a que las aulas son insuficientes para cubrir la población estudiantil en todos sus niveles de formación.

Hace dos años la anterior ministra de educación, Marian Hanson, reconoció el déficit de infraestructuras educativas y dijo que a través del Plan de la Patria se construirían 3 mil 520 instituciones entre el periodo de gobierno 2013-2019. Entre la meta está la construcción de 2 mil 800 preescolares, 270 escuelas primarias y 450 liceos. Es decir, que en promedio serían 500 nuevos planteles por año, pero ¿Se ha cumplido este compromiso? Al parecer, por lo anunciado recientemente, por el viceministro de Instalación y Logística del Ministerio del Poder Popular para la Educación, William Gil, no pareciera, ya que el funcionario informó que el Gobierno nacional aprobó 1 mil 172 millones de bolívares para la construcción de 100 nuevas escuelas en  2014.

Al respecto, el secretario de Infraestructura del Gobierno de Miranda, Octavio Salinas, considera que dichos recursos son insuficientes para alcanzar la meta establecida.  “Si nos ponemos a sacar cuentas, la inversión por cada plantel sería en promedio 11 millones 720 bolívares, pero comparando los costos y los estándares de las escuelas en Miranda, hace pensar que estas estructuras serán escuelas muy pequeñas, mini galpones o módulos tipo R3, o quizás para una primera etapa o culminar obras”.

Explicó que hace dos años la inversión para la construcción de una Escuela Modular era de 26 millones de bolívares aproximadamente, y actualmente los costos se incrementaron más de 300%. “La última escuela entregada en 2012 tenía una capacidad para 397 alumnos y la inversión fue de más 17 millones de bolívares. El plantel incluyó la construcción de diez aulas para básica y preescolar, un módulo de servicios, patio central, cancha deportiva y una plaza de acceso. En este momento, la escuela más pequeña que estamos construyendo ronda los 20 millones de bolívares, y en el caso de la UEE Jardines de Betania, en Valles del Tuy, que es quizás la estructura educativa más grande de los últimos tiempos, requiere de una inversión de 80 millones de bolívares y contará con aulas para preescolar, básica y bachillerato, canchas deportivas, laboratorio, salones de usos múltiples y áreas externas”.

Gobierno nacional tardaría 50 años para solucionar déficit de aulas

Para el secretario para el Progreso Educativo del estado Miranda, Juan Maragall, el Ejecutivo central nunca ha edificado más de 50 escuelas en un año, por lo que es literalmente imposible que construyan 100 o 500 anuales para poder cumplir con las proyecciones para el 2019. “Solo por citar un ejemplo. En el año 2012, el Ministerio de Educación construyó 35 planteles, y en entre 2009 y 2013 apenas 70 centros educativos en todo el territorio venezolano. Con este ritmo de trabajo jamás se tendrían 3 mil 500 para el 2019, ya que tardarían 50 años”.

Vale la pena cotejar algunas cifras. En Argentina, por ejemplo, entre 2003 y 2011, el Gobierno sureño edificó más de 978 planteles mediante el Programa de Mejoramiento del Sistema Educativo (PROMSE), el cual es conocido como Programa Nacional 700 Escuelas, con el que se construyeron por lo menos 140 centros educativos anualmente. En el estado Miranda, desde que Henrique Capriles asumió la gobernación, a finales de 2008, se han construido 43 escuelas y actualmente están en ejecución las escuelas Jardines de Betania, Mollejones y Negra Matea en Valles de Tuy, Terrazas del Rodeo en Guatire y San Jorge  en Barlovento.

“El Gobierno habla de educación, pero si se compara con el esfuerzo hecho en Miranda queda en evidencia el abandono al que han tenido sometido el sistema educativo nacional. En Miranda a pesar del presupuesto deficitario que tenemos invertimos 70% de los recursos en materia educativa, es decir, que mientras nosotros invertimos 31 mil bolívares anuales por escuela, ellos solo invierten 10 mil”, explicó Maragall.

Aseguró que bajo una gestión centralizada resulta imposible cumplir con la meta propuesta por el Ministerio de Educación para subsanar el déficit de aulas, por lo que a su juicio, es necesario una política descentralizadora que incluya a las más de 300 alcaldías y todas las gobernaciones del país.