San Cristóbal, 06 de junio de 2014.- “Hoy estamos protestando porque el poder adquisitivo de los venezolanos se ha desvanecido con la inflación y la falta de empleo. En el Táchira, hay un millón 300 mil personas en edad productiva, de los cuales 300 mil no laboran por cuestiones de estudio  o incapacidad, pero de ese millón restante, 410 mil se encuentran desempleados, por lo que la población económicamente activa  en el estado es de apenas 590 mil personas, y de esa cantidad, casi el 50 por ciento labora en la economía informal”.

Así lo puntualizó Marcela León, secretaria de Organización de Primero Justicia en la parroquia San Sebastián, durante la acostumbrada protesta pacífica de la tolda aurinegra denominada “Viernes Amarillo”, que ayer se desarrolló en pleno centro de San Cristóbal (calle 5 con Quinta Avenida, antiguo Banfoandes), donde un grupo de militantes de este partido, repartió volantes entre conductores y transeúntes, para recordarles por qué la capital tachirense es una de las ciudades más caras de Venezuela.

---La inflación es un duro golpe al bolsillo del venezolano. En abril, la inflación anualizada fue de 59.4% y en el sector alimentos fue de 79,2%. ¿Cómo el ciudadano de a pie se da cuenta de estas cifras? Cuando saca cuentas de qué cosas compraba hace un mes y ahora qué compra con el mismo salario. El mínimo está en 4.251,78 bolívares pero ya la canasta alimentaria alcanza los 7.245,13 bolívares, por lo que ese sueldo no alcanza ni para comprar lo básico para alimentación y con qué se paga entonces la electricidad, el gas, el agua, el transporte, las medicinas, el alquiler, la educación, el teléfono, internet, tv cable, etc. La inflación disolvió el salario y nuestros bolsillos pareciera que estuvieran rotos--, afirmó.

La dirigente parroquial de Primero Justicia agregó que el bono de alimentación tampoco ayuda a completar la canasta alimentaria, y ni siquiera alcanza para cubrir un almuerzo ejecutivo, pues el ticket diario oscila entre 31,75 y 63,50 bolívares mientras que un almuerzo en el estado se consigue en unos 120 bolívares y en otras partes hasta en 180.

León recordó que a la par de la hiperinflación, en Venezuela se manejan unos niveles de escasez sin precedentes, teniendo en cuenta que “en cualquier país el índice de escasez no supera el 5 por ciento, mientras que aquí ya está en 31 por ciento; y ni siquiera en Mercal y Pdval se consiguen las cosas, pues de 60 alimentos que conforman la canasta básica alimentaria, esta red pública distribuye un máximo de 21 productos y en cantidades limitadas”.

“Por todas estas cosas es que nos unimos al llamado de alerta que hacen los economistas, sobre que estamos a las puertas de una recesión económica, por culpa de un modelo económico fracasado, pese a tener unos altísimos ingresos por renta petrolera. Debemos seguir esta lucha pacífica, para evitar que cada día más venezolanos pasen a engrosar las cifras de pobreza extrema que cada año van en aumento”, concluyó.