Juan Pablo Guanipa: Madres aseguran que “tener un hijo involucrado en delitos es lo peor que les puede pasar”


Maracaibo, 12 de mayo de 2014.- “Hay una responsabilidad que es intransferible y es la de ser padres. Las personas que hoy se involucran en actos delictivos fueron niños en su momento y como padres es nuestra responsabilidad saber dónde están, qué hacen, cuáles son sus intereses. Hay que estar pendientes de nuestros hijos y evitar que el hampa y los actos ilícitos se vuelva su realidad”.

Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia Zulia, aseguró durante su visita al barrio Mi Cabaña de Haticos por arriba, que la inseguridad que Venezuela vive hoy es producto de diversos factores económicos y sociales que afectaron drásticamente la formación de los individuos. “Es doloroso leer en las noticias que chamos de 13, 14 y 15 años están involucrados en robos, asesinatos y muchas veces terminan muertos en las calles. Mucho de esto es responsabilidad del Estado, pero también es de nosotros los padres porque sobre nuestros hombros recae la responsabilidad de la educación de nuestros hijos. Debemos hacer nuestra parte para darles la vida que merecen, una vida de paz, tranquilidad y oportunidades”.

Ana María Pirela, vecina que tiene 54 años viviendo en el sector, asegura que aunque siempre Los Haticos ha sido un sector con inseguridad, desde hace dos años la situación está peor. “Por aquí no pasa una patrulla. Este sector lo usan para enfriar los carros robados y muchas veces son los mismos policías quienes vienen a buscarlos. Todo esto ocurre en la oscuridad en la que vivimos porque no tenemos alumbrado y desde septiembre estamos llamando a Enelven y no acuden a solucionar el problema. A las 8.00 de la noche ya nos estamos encerrando porque esto está insoportable”.

Elia Espina, ama de casa de 46 años, aseguró que otra arista del problema es que las calles están deterioradas, lo que impide el tránsito de vehículos. “A esto tienen años que no le echan ni una borrita de café. ¿Entonces cómo se hace? No tenemos alumbrado y el que se atreva a pasar lento por estas calles desastrosas lo atracan”.

Yasmeli Leal, madre de tres niños, destacó que una señal de peligro es el sonido del motor de una moto. “Ya mis hijos escuchan una moto y tiemblan. Por aquí no pasan patrullas, pero los motorizados andas como Pedro por su casa viendo a quien quitarle un teléfono, una compra, una cartera. Yo salgo de la casa a riesgo de que me pase algo aun siendo de día y a mis muchachos los acompaño para donde quiera que vayan porque una cosa es que los atraquen y otra es que esa gente empiece a manipularlos con cosas, a invitarlos a hacer atracos y al final terminen drogándose, atracando o asesinando. Tener a un hijo involucrado en delitos es lo peor que le puede pasar a una madre”.

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