Nueva Esparta, 09 de mayo de 2014.- “Nicolás Maduro, sus ministros y asesores, tal parece que no salen a la calle ni conocen su realidad, ya que comprar los productos de la canasta básica alimentaria se hace imposible, por cuanto, este aumento del salario mínimo no trae ningún beneficio para las familias venezolanas debido a la inflación galopante que vive nuestro país”.

Así lo manifestó Valentina Briceño, secretaria regional de Justicia en la Calle, en la actividad denominada “Viernes Amarillo” donde los militantes del partido Primero Justicia en Nueva Esparta realizaron un volanteo en la avenida 4 de Mayo de Porlamar, municipio Mariño.

Briceño destacó que con 30 bolívares más por día, que en resumen es lo que representa el nuevo aumento del salario mínimo, “las madres venezolanas tenemos que hacer magia para poder sobrevivir. El reto seguirá siendo estirar aún más la quincena y sacar el tiempo para hacer las interminables colas, cazar las pocas ofertas y siempre poseer la mejor cara”, enfatizó.

La representante de la tolda amarilla agregó que el aumento salarial de 30% “se quedó corto” en relación al incremento de los precios de los alimentos, que se sitúa en 80%, además de no ser suficiente si se considera el 56,4% de la inflación de 2013 y la de 10,1% del primer trimestre de 2014.

Llenar los mercados de productos "Hecho en Venezuela" es la única forma de acabar con la inflación y la escasez existente en el país. Así se logrará  incentivar la producción nacional y permitiendo generar inversión y puestos de trabajos, acentuó Briceño.

“Antes se podía hacer un mercado más o menos considerable con mil bolívares, hoy en día con esa misma cantidad de dinero sólo puedes comprar 3 o 4 productos; para poder alimentarnos bien y balanceado tenemos que poseer al menos 3 sueldos mínimos en el hogar”, puntualizó Briceño.

Indicó que desde Primero Justicia la solución es clara, el aumento  general de sueldos y salarios en un 50%, el salario mínimo debe ser de 5.000 Bs. el bono de alimentación tiene que duplicar su valor actual y darle este beneficio a jubilados y pensionados que se debaten entre comer y pagar sus medicinas.

Sin celebración

Este venidero domingo 11 de mayo se celebra el Día de las Madres, pero en esta oportunidad el alto costo de la vida y los altos índices de inflación han dejado de lado toda celebración ya que representa un impacto considerable en el bolsillo del venezolano. 

Comprar un detalle, organizar una reunión o comer en un restaurante son prácticas que cada año van mermando, trayendo como consecuencia el declive de sectores productivos de la economía.

“Algo tan sencillo como llevar a ese ser especial que nos dio la vida al cine o la playa, se convierte en toda una odisea, ¿qué podemos ofrecerle con un aumento de apenas 30 Bs?... Sólo la entrada a las salas de cine nos cuesta entre 70 y 90 bolívares, sumado a las nuevas tarifas del transporte público que aumentó en un 40%, superando al del sueldo mínimo”, subrayó la secretaria de Justicia en la Calle en la región.