Ciudad Bolívar, 20 de abril de 2014.- El coordinador de Primero Justicia en el estado Bolívar y miembro de la dirección nacional del partido, Wilson Castro advirtió este domingo que la disminución de protestas “que no han sido compartidas por la mayoría de la población”, refiriéndose a las guarimbas y barricadas situadas en zonas específicas del país, no puede traducirse en desmovilización.

A juicio de Castro, las protestas pacíficas que se han desarrollado en el país producto del descontento de un sector de la sociedad frente a las acciones del gobierno de Nicolas Maduro, deben mantenerse “siempre en el marco de lo legal”, aclaró.

“El gobierno solo actuará y participará en algún tipo de consenso con la otra mitad del país,  frente a la presión social, por eso el llamado constante a la ciudadanía, al sector estudiantil, a los partidos y movimientos políticos, a los trabajadores, a no desmovilizarnos y mantener siempre la protesta con un matiz de impacto social”, dijo Castro.

Para el dirigente de la tolda amarilla lo anterior significa: dirigir el mensaje “a los jóvenes más humildes, a los maestros mal pagados que imparten clases en aulas destruidas por el hampa, a las amas de casa que no consiguen la comida para sus hijos, allí hay suficientes razones para protestar”, dijo.

Castro aseguró también que las protestas deben incluir a “las personas humildes que han sido abatidas por el hampa con más fuerza mientras los cuerpos de seguridad del Estado están ocupados atendiendo otros asuntos que nada tienen que ver con la vorágine de violencia que se ha desatado en los barrios”.

Gobernar para todos

El coordinador regional dijo que, la próxima semana y en los días siguientes, Primero Justicia convocará protestas con contenido social, “por la inseguridad, el transporte público, la escasez, el desabastecimiento, los robos en las escuelas, por todo lo que afecta a los venezolanos, producto de la ineficacia de este gobierno”, expuso.

Finalmente Castro criticó que la ola de protestas que generó desde hace dos meses en sectores específicos de la ciudad “se haya convertido en una excusa del gobernador del estado, Francisco Rangel Gómez y del alcalde de Caroní, José Ramón López para tener la ciudad en abandono general” e insto a ambos a hacer el trabajo que les corresponde: gobernar para todos.