Los Teques, 19 de marzo de 2014.- El secretario de Salud del estado Miranda, Gustavo Villasmil, aseguró que la única forma de buscar salida a la crisis asistencial que vive el país, es que el Estado venezolano comience declarando la emergencia sanitaria.

“No es un recurso retórico, es un acto de gobierno que permite liberar recursos que se están mal empleados, por ejemplo, en horas de vuelo aviones Sukhoi o en la compra de una bomba lacrimógena que le lanzan a una señora que protesta pacíficamente. La emergencia sanitaria ha debido ser declarada desde que el Gobierno reconoció el fracaso de la Misión Barrio Adentro 3. Pero su declaratoria supone reconocer que Barrio Adentro en una estafa continuada y que el Gobierno venezolano ha estado equivocado en materia de salud por lo menos desde 2004. Es un acto que implica superar la actitud soberbia de un régimen incapaz de reconocer las grandes realidades en materia sanitaria en Venezuela”.

Precisó que el venezolano es un Estado fallido en materia de salud porque deja a los venezolanos a su suerte. “Los pacientes con cáncer, por ejemplo, están en manos de Dios, porque el Estado venezolano no tiene nada que ofrecerle a esos enfermos, no hay quimioterapia, radioterapia, no hay posibilidad de operarlos. Es decir, el Gobierno los abandonó a su suerte. Por más esfuerzos individuales que usted haga, entiéndase vender el carro o la casa, para salvarle la vida a un familiar, la situación nacional atenta contra ese enfermo”.

Villasmil destacó que el vía crucis de los enfermos de cáncer pasa por la escasez de distintos rubros, entre ellos los radiofármacos, que son productos que se elaboran con sustancias radioactivas que se emplean en el diagnóstico en medicina nuclear. “Con los radiofármacos se hacen los gamma gramas que se emplean para determinar la extensión del cáncer. Estos productos están desaparecidos en Venezuela, ni siquiera el sector privado los tiene. Por otro lado, hay drogas únicas, específicas, como las que se usan en cáncer, VIH/Sida, Hepatitis C, entre otras, que son marcas que no tienen sustituto y éstas tampoco se consiguen en el país”.

Miranda y sus programas

Villasmil también se refirió al impacto de la escasez de productos farmacéuticos en los diferentes programas que lleva a cabo el Gobierno de Miranda. Precisó que la existencia de rubros farmacéuticos para la atención de la demanda de servicios ambulatorios está apenas ligeramente por encima de mínimos.

“Desde 2010 asumimos, dado el ambiente inflacionario que vivíamos y vivimos, que era preferible mantener la existencia de productos en niveles relativamente altos, con lo que pudimos sortear la crisis por largo tiempo. Por eso no se ha sentido la carencia de medicamentos en nuestro nivel operativo. Por ejemplo, nuestro programa Mi Remedio sigue funcionando. Pero al cabo de unas semanas más, cuando ya no podamos reponer nuestras reservas, y más cuando estamos recibiendo pacientes de otros organismos distintos de Salud Miranda pidiendo medicamentos porque no los pueden comprar o conseguir, pudiéramos entrar en crisis, esto debido al incremento de la demanda y a que nos existen los mismos en el mercado venezolano para poder reponer nuestras existencias”.